No hubo muchos intercambios de opiniones. Los diputados del peronismo querían escuchar de boca de algún funcionario competente los pormenores de la negociación de la deuda externa. Así fue que hubo un presente casi total para escuchar al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. La mayor parte del encuentro lo consumió el tema de la deuda. “El Presidente tiene su estilo y se dedica de lleno a sus tareas. Habitualmente no tiene tiempo para las reuniones sociales”, contestó el ministro cuando el diputado santafesino, reutemista, Angel Baltuzzi, criticó a Néstor Kirchner por no atender a los legisladores del peronismo. Reuniones que con Eduardo Duhalde se habían convertido en una costumbre.
“El encuentro fue bueno. Fernández fue sólido cuando explicó las negociaciones de la deuda”, confió a este diario un diputado fogueado en el manejo de la Economía. La mayoría de los legisladores optó por el bajo perfil y dejó en boca del titular de la bancada, el bonaerense José María Díaz Bancalari, explicar públicamente los resultados del encuentro. En este punto no hubo fisuras. “Estoy satisfecho con la reunión. Llevaré la información al gobierno de mi provincia”, confió a este diario el sanjuanino Juan Carlos Gioja.
Fernández sostuvo que el Gobierno no aceptó los cuatro puntos que en su momento había reclamado el Fondo Monetario. Entre ellos, el requisito impulsado por el FMI para que la propuesta de quita fuera aceptada por el 80 por ciento de los ahorristas privados; la imposibilidad de cambiar a los bancos que integran el comité de negociación; el poder de los bancos de decidir los resultados finales de la propuesta y la jurisdicción en la que se entenderán los futuros pleitos.
“¿Qué respuesta entregó el Fondo cuando la Argentina rechazó estos cuatro puntos?”, preguntó este diario a uno de los presentes en la reunión del bloque oficialista. “Nada. El Fondo no dijo nada”, respondió el legislador. La respuesta va en línea con el esfuerzo del Gobierno por mostrar públicamente que en el tema de la deuda externa no hubo ninguna concesión.
“Fernández tiene la clara percepción, y así lo dijo, de que el Fondo va a aprobar la revisión de las metas”, señaló entusiasta otro de los integrantes de la bancada oficial. A pesar de que no hubo críticas, los diputados se animaron a pedirle que se presentara en el recinto para entregar el informe que bimestralmente contempla la Constitución nacional que tiene que entregar el jefe de Gabinete. Claro que mientras estaban diciendo esto, los senadores habían propuesto la misma iniciativa (ver recuadro aparte). Claro que los legisladores quieren saber de primera mano los detalles de la negociación. Cosa que difícilmente logren en los habituales informes, cuyo mecanismo corriente, preguntas entregadas previamente por escrito, propende a que el funcionario no enfrente sinsabores o sorpresas.
Baltuzzi volvió sobre un reclamo recurrente: la necesidad de entrevistarse con el Presidente. Su punto de comparación precisamente es el gobierno de Duhalde. Tal vez no de los mejores modos, pero el jefe de Gabinete no dejó lugar a las dudas de que Kirchner no tiene por el momento pensado reunirse con los legisladores.
“Creo que no es el momento para que el Congreso tome en sus manos la discusión del tema de la deuda”, confía un destacado diputado del oficialismo. Defiende el manejo que el Gobierno hace del tema. Cuando algunos legisladores de la oposición reclaman la atribución constitucional de que el Congreso discuta y haga el seguimiento de la deuda, el mismo legislador señala: “Parece que alguna vez se delegaron estas atribuciones”. Por las dudas, el diputado dijo que los pagos al Fondo “no afectan recursos de las provincias. Se hacen con partidas de reservas internacionales”.