El coronel represor Eduardo Cardozo, recientemente nombrado como número dos del Quinto Cuerpo del Ejército, fue pasado a retiro. La decisión la tomó su benefactor, el jefe del arma Roberto Bendini, luego de que Página/12 recordara que el militar fue uno de los oficiales del Regimiento de Infantería de San Juan que, en octubre de 1976, participaron en el secuestro, violación, tortura y asesinato de Marie-Anne Erize.
“Cuando el Gobierno se enteró de los antecedentes le anunció que lo iba a cambiar de destino. Pero Cardozo se opuso y pidió el pase a retiro”, señalaron a este diario fuentes oficiales. El militar asumió en el Quinto Cuerpo del Ejército el 10 de febrero. Su currículum oficial distribuido por el Ejército dice que en 2002 y 2003 fue agregado militar en Bolivia y que antes fue secretario general del Comando de Institutos Militares, jefe del Regimiento de Infantería III y ayudante del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Lo que esa información oficial no dijo y que por esos días el Gobierno desconocía, tal como consignó Horacio Verbitsky, era que en octubre de 1976 Cardozo fue uno de los oficiales vinculado al asesinato de Marie-Anne Erize. La Cámara Federal de Mendoza lo procesó por esos delitos, pero los rescató la Ley de Obediencia Debida, con el voto del camarista Juan González Macía. La ex modelo, de nacionalidad francesa, era prima política de María Julia Alsogaray.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denunció los antecedentes de Cardozo en el Senado, cuando el ex presidente Fernando de la Rúa solicitó su ascenso hace cuatro años. Pero la presión del Ejército de Brinzoni y del gobierno de la Alianza pudo más que esa objeción y obtuvo el acuerdo. El entonces ministro de Defensa Ricardo López Murphy presionó a los senadores radicales y De la Rúa a los justicialistas, según reveló durante el debate del 15 de marzo de 2000 el ex senador Augusto Alasino.
Efectivamente, en marzo Cardozo fue ascendido a coronel. La polémica se reabrió por la detención y posterior liberación en Italia de su compañero de tareas en San Juan, el mayor retirado Jorge Olivera. La entonces diputada frepasista Marcela Bordenave presentó un proyecto para que se pida al Poder Ejecutivo que “conforme a las disposiciones vigentes” pase a retiro a Cardozo. La solicitud fue acompañada por la firma de más de diez diputados, entre ellos los presidentes de las dos bancadas mayoritarias: Darío Alessandro, de la Alianza, y Humberto Roggero, del PJ.
“Es en nombre de las futuras generaciones y por una real reconciliación, basada en la verdad y la justicia que solicitamos el pase a retiro del coronel Cardozo, para separar a quienes violaron reiteradamente los derechos humanos de los que quieren servir a la Patria desde sus Fuerzas Armadas”, manifestaron los diputados que entonces presentaron el proyecto junto a Bordenave, entre ellos los justicialistas Marcelo López Arias, Marta Ortega, Juan Domingo Zacarías y los aliancistas Alfredo Bravo, Ramón Torres Molina, Juan Pablo Cafiero y Jorge Giles.
En los fundamentos del pase a retiro de Cardozo, se recordó que, según consta en la causa que se tramita en la Cámara Federal de Mendoza, el conscripto Jorge Bonil –que está desaparecido– fue testigo de una disputa entre Olivera y Cardozo para violar y asesinar a Erize. Bonil indicó que la mujer fue torturada, violada y asesinada en el centro clandestino La Marquesita. Los diputados recordaron que Cardozo también está implicado en el asesinato de Alberto Caravajal, ocurrido en el penal de Chimba, y que estuvo imputado, antes de ser beneficiado por la Ley de Obediencia Debida, en los secuestros de Francisco Escamez, Garay y Gomil, realizados en Mendoza.