En una nutrida carpeta que incluye hasta fotocopias de sus premios y diplomas, el ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt hizo llegar ayer su descargo a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. La presentación dice que los cargos por los que lo acusan “no constituyen causales de juicio político”. Hoy le toca llevar sus argumentos al juez Enrique Petracchi.
“Me guía el espíritu de rendir cuentas al pueblo a través de sus representantes de mi actividad pública y de la forma en que he desempeñado mi cargo desde 1983”, dice el juez de la Corte en la “Parte I” de su escrito. Cuestiona, además, como lo han hecho algunos de sus pares que el Poder Legislativo ponga bajo la lupa el contenido de las sentencias.
“El fin último de la independencia de los jueces es lograr una administración imparcial de justicia, fin que no se realizaría si los jueces carecieron de plena libertad de deliberación y decisión.”
En su presentación Fayt rechaza una por una las acusaciones en su contra. Entre las páginas, va incluido un escrito del jurista Germán Bidart Campos, que lo patrocina junto con Carlos Colautti.
En las causas ligadas al corralito aclara que hasta ahora la Corte se pronuncio “sobre el fondo de la cuestión”. Cuando el tribunal declaró la inconstitucionalidad de las restricciones bancarias para el caso de Carlos Smith, justifica el ministro, fue porque “las previsiones legales y reglamentarias habían alterado la sustancia misma del derecho de propiedad”. En cuanto al fallo sobre la causa armas que facilitó la libertad de Carlos Menem, el juez señala que cuando se firmó “estaba siendo intervenido quirúrgicamente”.
En cuanto el fallo de los supremos que declaró la nulidad de la cláusula de la Constitución que ponía un tope de 75 años para la jubilación de los jueces, Fayt añade que él era parte. De hecho, pudo quedarse en la Corte por esa decisión. También justifica la acordada que permitió que Raúl Romero Feris se candidateara desde la cárcel para gobernador. Y sobre la pesquisa del atentado a la Embajada de Israel, asegura que “los cargos desconocen la extensa y minuciosa actuación del tribunal”.