Eduardo Duhalde les solicitó ayer a los legisladores tener listo un cronograma para avanzar en la próxima semana con las reformas solicitadas por el Fondo Monetario Internacional. Así lo confirmaron a este diario dos diputados y un senador que participaron de las reuniones con el Presidente en la Residencia de Olivos. El Presidente junto al ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, también les ratificaron la política monetaria y el rumbo económico.
Según les explicó Duhalde, el paquete exigido por el FMI incluye básicamente la modificación de las leyes de Subversión Económica y de Quiebras, además de la eliminación de los bonos provinciales. En ese sentido, informó que se abrirán tratativas con los gobernadores para reformular el pacto fiscal sellado hace apenas dos semanas.
No se trata de un tema menor: en el Fondo manifestaron la necesidad de un nuevo ajuste –se llegó a hablar de 3000 millones– y consideraron que hay un sobrante de alrededor de 400 mil empleados públicos. Los gobernadores están que trinan porque saben que la administración pública actúa como un subsidio encubierto a los desempleados.
En Gobierno aseguraron que durante este fin de semana largo habrá intensas negociaciones con los mandatarios provinciales, y en especial con sus ministros de Economía, para establecer la manera de ir eliminando gradualmente los bonos y achicando la planta permanente de agentes estatales.
Este último punto no pasó de largo en la reunión, que también sirvió para que los legisladores hicieran un riguroso pase de facturas. No sólo por los 16 artículos del Presupuesto que vetó el Ejecutivo sino también por la “performance” de algunos funcionarios del gabinete. Las críticas recayeron en el ministro de la Producción, Ignacio de Mendiguren. “¿Cúantas fábricas se abrieron y cuántos despidos nuevos ya hay desde que se pesificaron las deudas?”, fue la voz de queja de uno de los presentes.
Duhalde escuchó las quejas, pero rápidamente recordó que para paliar la crítica situación de las provincias está en marcha un plan social, cuyo financiamiento podría fortalecerse con ayuda externa siempre y cuando se cierre trato con el FMI.
Remes Lenicov –quien se incorporó al encuentro con los diputados que continuaba al cierre de esta edición– aprovechó para remarcar que no habrá un nuevo plan económico, sino que en los próximos se anunciarán medidas “complementarias” y, en el peor de los casos, “correctivas”. De paso, el ministro de Economía aclaró que no habrá ni una nueva convertibilidad ni tampoco un anclaje del peso al dólar, como se evaluó en algún momento en su cartera.
Lo que se barajó en el encuentro es la aplicación de un impuesto a los depósitos en el exterior. También se evaluó en qué porcentaje debería fijarse la retención a las exportaciones. Duhalde no ocupó demasiado tiempo en referirse a la sanción de la reforma política y la eliminación de las jubilaciones de privilegio ya que, al menos en apariencias, no presentan puntos de fricción en el Congreso.
La senadora mendocina María Perceval fue la primera en reconocer que en el encuentro se “avanzó en la agenda parlamentaria de manera consensuada” con el Ejecutivo para cumplir con las exigencias del FMI. Además de Perceval, estuvieron en la reunión con el Presidente el jefe de la bancada justicialista en el Senado, José Luis Gioja, y los legisladores Marcelo López Arias, Juan Carlos Maqueda y Carlos Pichetto.
Recién después Duhalde recibió al presidente de la bancada justicialista, Humberto Roggero (Córdoba), José María Díaz Bancalari (Buenos Aires), Carlos Alessandri (Córdoba), Graciela Camaño (Buenos Aires), Jorge Obeid (Santa Fe), Manuel Baladrón (La Pampa) y Juan Urtubey (Salta).
Los senadores plantearán la necesidad de insistir legislativamente sobre el Fondo de Incentivo Docente, el tope para el descuento a las jubilaciones de 500 a 800 pesos y el Fondo Especial del Tabaco. Fuentescercanas a los legisladores que participaron de la reunión adelantaron que el próximo martes los 38 senadores del bloque justicialista visitarán al Presidente en la quinta de Olivos para terminar de delinear la agenda legislativa.