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› EL PRESIDENTE DEJO EL HOSPITAL Y REGRESO A BUENOS AIRES
Kirchner ya atiende en Olivos
Después de casi siete días de internación, el Presidente fue dado de alta. Llegó a Olivos y recibió al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para ultimar detalles del Plan Federal de Seguridad.
Desde ayer a la tarde, el presidente Néstor Kirchner se recupera de su cuadro de gastroduodenitis aguda en Olivos mientras retoma lentamente el ritmo de tareas habitual. Así, por la noche, Kirchner se reunió con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien le contó cómo le había ido con su informe en la Cámara de Diputados, y juntos ajustaron el plan de seguridad, el próximo gran anuncio oficial de fecha todavía incierta. A todo esto, su médico personal, Luis Buonomo, informó que los glóbulos rojos presidenciales continúan en ascenso y ya están cerca de los parámetros normales.
Después de seis días de internación, el Presidente salió del Hospital Regional de Río Gallegos a las 14.30 junto a su mujer, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, su hijo Máximo y el ahora inseparable Buonomo. Para la salida eligieron una puerta lateral y así evitar a la prensa, aunque los periodistas pudieron ver al Presidente caminar con normalidad y tuvieron tiempo de sacarle algunas fotos.
En el trayecto de unos tres kilómetros hasta el aeropuerto, Kirchner recibió muchas muestras de apoyo de los automovilistas que detenían el coche a un costado de la ruta y lo saludaban. Algunos lo siguieron formando una improvisada caravana de acompañamiento hasta la escalerilla del Tango 01.
Ya en Buenos Aires, en el aeroparque Jorge Newbery lo recibieron, paraguas en mano, el vicepresidente Daniel Scioli y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Pese a que tenía listo el helicóptero, el Presidente prefirió utilizar el automóvil oficial, algo inusual en él. Tal vez la preferencia tuvo que ver con que llovía, el vuelo podía ser más turbulento de lo habitual y el Presidente prefirió evitar nuevas complicaciones. Una de las críticas que se le vienen haciendo a Kirchner tiene que ver con su desatención a los temas referidos a su seguridad personal. Incluso, en poco tiempo, ya tuvo dos sustos con helicópteros que se cayeron de poca altura.
Ayer ya no hubo nuevos partes clínicos de Buonomo, por lo que aprovechó para hablar el director del Hospital Regional, Fernando Peliche, habitual acompañante silencioso del médico presidencial en sus conferencias de prensa. Peliche aseguró que lo que le sucedió al Presidente “no es grave”, aunque se trató de una enfermedad “aguda”. “Si uno pierde un volumen importante de sangre en ese momento, se pone muy mal aunque sea una cosa solucionable y con tres transfusiones el peligro pasa totalmente”, dijo para quitar dramatismo.
“Trabajando y tomando decisiones a pleno”, se definió el martes el Presidente, mostrándose en plena actividad pese a que todavía permanecía internado. Poco después se comprobó que mucho no exageraba porque, por teléfono, resolvió la salida del jefe de investigaciones de la Policía Federal, Jorge “Fino” Palacios.
De la misma manera, desde Presidencia habían anunciado ayer que Kirchner dedicaría el resto del día a descansar en Olivos, pero luego se supo que recibió la visita de Alberto Fernández, quien pasó la tarde en Diputados dando su informe de gestión a los legisladores. Kirchner y Fernández hablaron en los últimos días por teléfono y una de las recomendaciones del Presidente fue que explicara claramente que las Fuerzas Armadas no intervendrán en la seguridad interior.
El jefe de Gabinete, que es abogado penalista, es uno de los funcionarios que se encuentra puliendo el plan de seguridad, el anuncio más esperado del Gobierno desde la gran manifestación que organizó Juan Carlos Blumberg. Por la noche, Fernández se quedó en Olivos dando los últimos retoques al proyecto que se espera para los próximos días, aunque en Gobierno nadie sabía si finalmente se anunciará esta semana o quedará para la próxima. Pero como el plan será la respuesta oficial a la crisis de inseguridad, se espera que el acto de lanzamiento lo encabece el propio Presidente, por lo que es muy probable que sea su primera aparición en la Casa Rosada luego de su internación.