Dom 18.04.2004

EL PAíS  › RAUL FERNANDEZ, JEFE DE GABINETE DE ANIBAL IBARRA EN LA CIUDAD

Transversalidad con límites claros

Consultor privilegiado del jefe de Gobierno, explica los planes para construir un espacio progresista, la relación con Carrió y Kirchner y por qué en 2007 habrá un candidato del ibarrismo, pese a las posibles candidaturas que puedan aparecer desde la Casa Rosada. Las ideas sociales y la autonomía de la Ciudad.

› Por Santiago Rodríguez

No por nada Raúl Fernández es el jefe de Gabinete porteño: es una de las personas en las que Aníbal Ibarra más se apoya en la tarea de gobernar la Ciudad de Buenos Aires y una de las pocas con las que consulta y define cada uno de sus pasos políticos, como su intento de articular al centroizquierda a nivel nacional. “Debemos constituir un espacio propio que pueda representar a los sectores medios urbanos”, explica Fernández y sostiene que el nivel de cercanía a Néstor Kirchner debe determinarse en función de cuáles sean los lineamientos de sus políticas. Fernández dice que Elisa Carrió “se ha parado en un lugar que me parece viejo” y da por hecho de que las elecciones del año próximo los encontrarán en veredas opuestas. “Intentaremos generar el espacio más amplio posible con los kirchneristas, el socialismo y con sectores sociales”, comenta sobre la estrategia electoral y anticipa que los candidatos ibarristas serán Jorge Telerman y Roberto Feletti. También adelanta que el ibarrismo peleará la Jefatura de Gobierno en el 2007.
–¿En qué quedó la tan mentada transversalidad?
–Más allá de que es una palabra complicada, el punto de discusión es más la construcción política que la transversalidad. La transversalidad no es construcción sino una acción; son legisladores o políticos de distintos espacios que se ponen de acuerdo en llevar adelante determinada idea. La transversalidad como esquema de construcción en relación a la conformación de espacios políticos no existe.
–Hay distintas opiniones acerca de dónde debe pararse la centroizquierda en relación con el Gobierno. ¿Dónde se para usted?
–En la necesidad de construcción de un espacio que refleje las ideas que la centroizquierda ha traído en los últimos años en relación con la política y las instituciones. La cercanía o no con determinadas políticas que plantea Kirchner, justamente, está en función de cuáles sean sus lineamientos. Muchos de los temas que está planteando, caso derechos humanos, Poder Judicial, Fuerzas Armadas, posicionamiento ante el FMI, como espacio de centroizquierda los acompañamos. Lo blanco y lo negro, el oficialismo y la oposición, deben tener hoy un paso al costado. Hay que acompañar en lo que estemos de acuerdo, marcar lo que nos parece que falta y plantear claramente en lo que estamos en desacuerdo.
–De esta construcción se viene hablando desde hace tiempo y da la sensación de que todavía no hay nada concreto. ¿Cuál es la dificultad?
–Hemos comenzado a dar pasos en la construcción de ese espacio de centroizquierda y creemos que no debe ser estructurado en términos livianos. El encuentro de Córdoba no fue menor sino que es el inicio de una relación de construcción política que apunta a recrear el centroizquierda a nivel nacional. A diferencia de otras veces, tanto Ibarra como (Luis) Juez y (Hermes) Binner, como expresiones más públicas de ese armado, se están planteando realizarlo con una base y una solidez que, tal vez en otro momento, no pudo tener.
–En ese encuentro no estuvieron dirigentes como Elisa Carrió o el intendente de Morón, Martín Sa-
bbatella. ¿Se puede hablar de la construcción de un espacio de centroizquierda sin ellos?
–Sabbatella es un compañero que debe necesariamente integrar este espacio. El tema de Lilita tal vez merezca una reflexión diferenciadora: hoy se ha parado, al margen del respeto a su figura, en un lugar que me parece viejo, que es que la política se construye desde el oficialismo o desde la oposición y que no se puede construir en un marco donde uno discuta las políticas que se implementan y la agenda que el Presidente está planteando. Más allá de eso, el ARI forma parte de nuestro gobierno en lugares importantes, y no hablo del caso de (Rafael) Romá sino de orgánicos de ese partido que integran la gestión en la Subsecretaría de Educación. El ARI forma parte también del bloque que acompaña al Gobierno en la Legislatura como una de las piezas importantes en el desarrollo de la política que lleva adelante la gestión de Ibarra. En la Ciudad formamos parte del mismo proyecto político.
–¿En ese armado político tienen en cuenta también a los kirchneristas y a los peronistas más cercanos a la centroizquierda?
–Debemos constituir un espacio político propio que tenga un relacionamiento con los sectores que hoy están acompañando al Presidente con una visión más parecida a la nuestra, que a lo que es la historia del PJ. El punto central del armado pasa por Juez, Binner e Ibarra, sin que esto implique la exclusión de referentes de otros sectores que visualizan como importante que se estructure un espacio de centroizquierda.
–¿Cuál es el objetivo de la construcción de este espacio de centroizquierda: darle una eventual base de sustentación política a Kirchner para el caso de que rompa con el PJ o tener una alternativa propia para enfrentarlo si termina cerrando con el peronismo?
–El punto central es construir un espacio que pueda representar a los sectores medios urbanos. No me parece serio que uno se imagine la construcción de un espacio político en función de otro. Debe hacerlo en función de cuáles son sus ideas y a quiénes aspira a representar.
–¿Qué margen le deja en este intento de representar a los sectores urbanos una gestión como la de Kirchner, con la cual esa misma gente justamente se referencia?
–Tanto lo que se hace en Rosario como la que está intentando hacer Juez en Córdoba y como la que hacemos nosotros acá, muestra que hay un espacio de construcción posible y viable. La gente tiene un grado de aceptación muy alto de las políticas que genera el Presidente, pero no creo que no haya un espacio diferenciador de lo que sería la construcción del peronismo. La buena visualización que los sectores urbanos tienen de las políticas que se llevan adelante puede tener un grado de contención y representación a través de un espacio político de centroizquierda.
–¿Y en qué deberían trabajar ustedes para lograr eso?
–Fundamentalmente dos cosas. Uno, seguir demostrando que se llevan adelante gestiones que contemplan los intereses de la gente y estructurando políticas a partir de la gestión pública. Dos, el complemento a una muy buena gestión, necesaria, pero no suficiente es la estructuración de una agenda propia que se ponga a debate de la sociedad.
–¿Cuáles deberían ser los ejes de esa agenda?
–En mi visión tendrían que ver con la redistribución del ingreso, con avanzar en una política tributaria más equitativa, con avanzar en una reforma política del sistema electoral y de partidos y con una forma distinta de encarar la problemática de la exclusión social. Esos son aportes que este espacio puede hacer claramente a la agenda nacional porque son puntos que hoy no están planteados. Hoy, más allá de coadyuvar a que la gente no esté en peor situación, hay espacio para plantear un salto cualitativo en las políticas sociales. Lo estamos empezando a implementar en la Ciudad con la estructuración de una serie de programas que empiecen a juntar lo social y lo productivo.
–Usted dice que se plantean la construcción con serenidad para que sea sólida, pero el año que viene hay elecciones. ¿Qué escenario imagina para entonces? Carrió ya dijo que se presentará en la Ciudad.
–Lo ideal sería la recreación de lo que fue Fuerza Porteña. Si ese esquema no es posible, y hoy parecería que no lo es no sólo porque Lilita se plantea como candidata sino por el posicionamiento político que está adoptando, intentaremos generar el espacio más amplio posible con los kirchneristas, el socialismo y con los sectores sociales.
–¿Candidatos?
–El ibarrismo tiene dos candidatos, más allá de otros que puedan aparecer: Telerman y Feletti son dos propuestas que vamos a impulsar.
–¿Cómo es la relación con el gobierno nacional?
–Buena. Estamos desarrollando una serie de proyectos comunes importantes que tienen que ver con obras de infraestructura en la Ciudad.Tenemos dos discusiones fuertes de distinto posicionamiento. Una tiene que ver con la próxima ley de coparticipación; creemos que el planteo que está surgiendo hoy a nivel nacional excluye a la Ciudad y no estamos de acuerdo. El otro punto, en el que esperamos tener niveles de acuerdo importante, tiene que ver con la modificación de la Ley Cafiero, que no ha permitido la autonomía plena de la Ciudad. Pretendemos que se le permita a la Ciudad avanzar en el traspaso de la Policía y de la Justicia y como mínimo, que se le permita la construcción de una fuerza de seguridad local.
–¿Qué futuro tiene el ibarrismo después del 2007?
–Ibarra es el referente más importante para construir un espacio de centroizquierda a nivel nacional y en la Ciudad tenemos la firme decisión de construir un espacio nuestro, cuyo liderazgo lo lleve adelante Ibarra. Obviamente, el planteo para el 2007 es disputar la jefatura de Gobierno.
–¿Esto implica una confrontación con el kirchnerismo porque Alberto Fernández ya dejó entrever su intención de candidatearse?
–Hablar hoy de candidaturas para el 2007 es poco serio. Sí digo claramente que el espacio ibarrista en la Ciudad va a plantear concretamente que el próximo jefe de Gobierno surja de sus filas. Esto será un marco de discusión, análisis y acuerdos con los que puedan aportar al desarrollo político de un espacio progresista y de centroizquierda en la Ciudad.

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