El Plan Federal de Seguridad fue esbozado en líneas generales anoche en la Casa Rosada por el ministro de Justicia, Gustavo Beliz. Hoy, a las once, el funcionario tiene previsto desarrollarlo más en detalle con los senadores de todas las bancadas. La idea del Ejecutivo, según confiaron fuentes del bloque del PJ, es que buena parte de los proyectos ingresen por la Cámara alta. Ayer, el Senado estaba prácticamente vacío. Uno de los pocos legisladores presentes era el jefe del oficialismo, Miguel Pichetto, quien aseguró –a su regreso de la Rosada– que el nuevo plan del Gobierno es “en reglas generales, sólido”.
Varios de los proyectos anunciados por Beliz existen en estos momentos en el Congreso. Incluso el que prevé la creación de una agencia de lucha contra el delito organizado. De hecho, este tema es el que más entusiasmó a Pichetto porque es el autor de un proyecto similar. De todas formas, el justicialismo de la Cámara alta está decidido a encolumnarse con el plan delineado por el Gobierno y por ende actualizarán los proyectos propios con los que llegarán desde la Rosada.
Pichetto considera que las iniciativas del Ejecutivo encontrarán eco en el Congreso. En parte porque hay proyectos en la misma línea pero también porque considera que lo anunciado por Beliz es “realmente positivo”.
En el Senado consideran que del paquete de medidas hay por lo menos dos que pueden llegar a provocar ruido en los pasillos del Congreso. Por un lado la baja de la edad en imputabilidad de delitos. Hay en estos momentos varios proyectos en danza y muy poco acuerdo que ya se expresó en años anteriores desde todas las bancadas –incluso la justicialista–, provocando el fracaso de la iniciativa. El otro tema polémico es la derivación de casos menores de narcotráfico a las jurisdicciones provinciales. Otro punto que generó cierto revuelo político es el anuncio de la reforma de la Ley de Seguridad Interior, a través del cual se podrá intervenir las fuerzas policiales de las provincias. “En rigor de verdad, si un gobernador lo solicita es porque ha demostrado incapacidad y bien se podría solicitar la intervención a la provincia”, confesó uno de los legisladores presentes anoche en la Cámara alta.
Más allá de las observaciones, el anuncio del gobierno nacional trajo alivio a los bloques oficialistas de diputados y del Senado. De hecho, y como aseguraron a este diario legisladores kirchneristas, en estos últimos 20 días la representación parlamentaria del PJ se había movido sin coordinación con el Ejecutivo: “Estamos con piloto automático ante el silencio de la Rosada”, había dicho uno de los representantes del kirchnerismo en el bloque peronista de Diputados.
Sin duda, esta necesidad no era excluyente del kirchnerismo. Para muestra basta la declaración de la diputada duhaldista María del Carmen Falbo, uno de los referentes en materia penal del bloque oficialista, quien aseguró, tras presenciar el lanzamiento del plan de seguridad, que se trata de “una política de Estado sobre seguridad, que estábamos esperando”. Por otra parte, en la Cámara baja entienden también que el plan del Ejecutivo sacará del centro de la escena a los representantes de la mano dura como Carlos Ruckauf y Jorge Casanovas. Ante la ausencia de señales del Ejecutivo, la dupla había tomado prácticamente las riendas del bloque en temas de seguridad después de la multitudinaria marcha en reclamo de más seguridad realizada hace tres semanas.