EL PAíS
› DENUNCIA DE KIRCHNER CONTRA FUNCIONARIOS DE DE LA RUA
Se llevaron hasta el vanitory
Por decreto, el Presidente le ordenó al secretario Legal y Técnico que investigue la falta de computadoras y muebles de la Rosada.
› Por José Natanson
Fernando de la Rúa dejó el gobierno jaqueado por el reclamo popular, a los apurones. Quizá por eso, algunos funcionarios se habrían olvidado de devolver unas cuantas cosas. Néstor Kirchner firmó ayer un decreto que apunta a que el ex secretario privado de De la Rúa, Leonardo Aiello, y otros funcionarios del área expliquen dónde pusieron una lista increíble de objetos: una notebook, una PC, una video, una lámpara de escritorio, sillas tapizadas, gabinetes de oficina y armarios. La resolución del Ejecutivo establece una investigación inmediata: parece que no dejaron ni el vanitory.
El decreto 468, publicado ayer en el Boletín Oficial, ordena “precisar las circunstancias y reunir los elementos de prueba destinados a esclarecer hechos irregulares” cometidos en la secretaría privada durante la gestión de De la Rúa.
A través de la resolución firmada por Kirchner y su ministro de Justicia, Gustavo Beliz, el Gobierno designa al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, para que informe a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y comience cuanto antes una investigación.
El objetivo es encontrar una serie de objetos misteriosamente desaparecidos luego del colapso de la presidencia de De la Rúa. Como tenían número de inventario, el Ejecutivo pudo establecer quiénes se los habrían llevado o, en jerga burocrática, “registran cargos patrimoniales pendientes de rendición”.
El más importante es Aiello. Vecino de la famosa quinta de Pilar, Aiello formaba parte del círculo más íntimo del ex presidente radical. En la campaña se encargaba de llevar el celular, los cigarrillos y la gastada campera de gamuza. Y se destacaba por su rapidez y eficiencia, cualidades que no abundaban en el entorno del ex presidente.
Chinchudo, gritón y boca sucia, nunca tuvo ese aire aristocrático que gustaban cultivar los delarruistas. Pero vivía para su amigo, al que acompañaba a todas partes, y que cuando llegó a la Rosada lo nombró secretario privado. Durante la fallida gestión aliancista, Aiello disputó con el grupo sushi la atención de su jefe y fue un funcionario multifunción: se ocupó desde establecer el menú de Olivos hasta de negociar con Carlos Ruckauf y destrabar un conflicto con el gremio de camioneros. La sombra de De la Rúa, de acuerdo con el decreto, adeuda una Notebook Sony.
Aiello no es el único investigado. La ex directora de Asistencia Social, Elvira Elena Castaños de Petracchi, debe una PC portátil, una mesa de madera de estilo y seis sillas tapizadas en tela gris.
Otra funcionaria, la ex directora de Documentación Presidencial, Cristina Busquet y Serra, adeuda, de acuerdo con la información del Gobierno, una impresora HP Desk Jet 840 C.
Ana Cristina Cernusco trabajó como secretaria administrativa de De la Rúa mucho antes de que el líder radical llegara al gobierno. Una vez en la Rosada, fue designada secretaria privada adjunta. Según el decreto, Cernusco debe 43 bienes. Entre otros, una PC, un vanitory, seis gabinetes Firenze con puertas y cerraduras, ocho gabinetes Firenze con lustre de madera natural, diez armarios, algunos de madera lustrada, dos bibliotecas, una lámpara de escritorio, un grabador tipo periodista y una videocasetera (con su control remoto).
El decreto aclara que a los funcionarios delarruistas no les cabe la aplicación del régimen disciplinario previsto en la ley de regulación del empleado público, ya que fueron nombrados en cargos extraescalafonarios. A pesar de ello, el Poder Ejecutivo se ampara en una resolución de la Procuración del Tesoro que permite iniciar una investigación para recuperar el patrimonio público perdido.