EL PAíS
El marino acusado de represor de la ESMA fue separado de su cargo
El Ministerio de Defensa informó que la decisión la tomó el almirante Jorge Godoy después de una entrevista con Pampuro.
› Por Victoria Ginzberg
El capitán de navío Miguel Enrique Clements fue desplazado ayer de la conducción del Servicio de Hidrografía Naval. El marino había sido denunciado el miércoles por dos sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), quienes lo identificaron como uno de los integrantes del grupo de tareas que operaba en ese centro clandestino de detención en 1981. La Armada había decidido “esperar a que actúe la Justicia”, pero luego de una reunión con el ministro de Defensa, José Pampuro, el jefe de la fuerza, Jorge Godoy, dispuso la separación del acusado de su cargo.
Según informó el Ministerio de Defensa a través de un comunicado, la decisión de sacar a Clements de Hidrografía Naval se mantendrá “hasta que la Justicia emita una resolución en la causa que involucra al marino”.
Víctor Basterra y Carlos Lordkipanidse ratificaron ayer ante el juez federal Sergio Torres la denuncia contra Clements. Ambos lo vieron en la ESMA a principios de 1981 cuando, mientras estaban secuestrados, tuvieron que fotografiarlo para confeccionarle un juego de documentación falsa: la tarjeta de identificación naval, el DNI, el registro de conducir, la credencial policial y el pasaporte. Basterra, como hacía cada vez que podía, guardó una copia de la imagen y la hizo pública en 1984, junto con decenas de otras fotos de represores. Para ese momento, los ex detenidos ya habían podido reconstruir que el marino usaba el alias de “Goyo”, que integró el sector Operaciones de la ESMA entre 1981 y 1982 y que provenía del Servicio de Hidrografía Naval.
En la presentación ante Torres –que patrocinaron los abogados Rodolfo Yanzón, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, y Mónica González Vivero, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos– Clements fue responsabilizado por cuatro desapariciones ocurridas mientras formó parte de la patota de la ESMA: las de Nora Wolfson, Julio Jorge Villar, Silvia Daneri y Rolando Antonio Ruiz. También fue acusado por la apropiación de la menor Laura Ruiz, quien nació en la maternidad del centro clandestino.
Lordkipanidse y Basterra entregaron al juez copia de la foto que este último sacó en la ESMA. Ahora, el magistrado pedirá informes a la Marina y luego resolverá si cita a indagatoria a Clements, lo que implicaría ordenar su detención. “Como especialista en hidrografía, ha de haber aportado mucho sobre la profundidad de los canales en los ríos y las mareas marinas, dos datos claves para arrojar a los compañeros y evitar que sus cuerpos salgan a floten o vuelvan a las orillas”, manifestaron los sobrevivientes.
Torres está a cargo de la investigación sobre los crímenes cometidos en la ESMA durante la última dictadura desde que se anularon las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Hasta el momento detuvo a once represores –entre ellos Alfredo Astiz y Jorge Acosta–, ninguno en actividad. También arrestó al enfermero Juan “Jeringa” Barrionuevo, quien, como el ex jefe de Hidrografía Naval, había logrado pasar inadvertido durante más de veinte años. Barrionuevo fue reconocido por Basterra cuando estaba a punto de asumir como diputado provincial de Tierra del Fuego por el PJ. Los testimonios señalaron que en la ESMA fue asistente del médico Carlos Capdevilla y participó de los vuelos de la muerte.
El jefe de Clements en la ESMA, Oscar Rubén Lanzón, también se mantuvo en el anonimato. Durante años figuró en las listas de los organismos de derechos humanos como Horacio Guaratti, su seudónimo en la ESMA. Fue identificado el año pasado.
La decisión de desplazar a Clements de la jefatura del Servicio de Hidrografía Naval no implica su pase a retiro. Eso se concretará sólo si Torres considera que existen pruebas suficientes para imputar al capitán de navío.