EL PAíS
Una carta que llega el martes
› Por Adriana Meyer
El largo brazo de la Justicia (y de Interpol) está cada vez más cerca de Carlos Menem. El martes estaría llegando el correo diplomático con el pedido de extradición que la Cancillería argentina enviará a la chilena. Luego el escrito pasará a manos de la Corte Suprema de Chile que designará a uno de sus 21 ministros al frente del juicio de extradición. Ese magistrado podría ordenar la inmediata detención del ex presidente, como ocurrió con el general Manuel Contreras cuando lo requería otro juez argentino en la causa sobre el Plan Cóndor.
En aquel entonces, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral había solicitado la extradición del ex jefe de la DINA para indagarlo, y pidió además su detención preventiva. En ese momento el juez chileno Alberto Chagneau ordenó la privación de la libertad del militar y lo mantuvo bajo arresto domiciliario. La Corte Suprema rechazó la extradición, pero accedió a que el juez Canicoba interrogara a Contreras en territorio chileno. Finalmente Contreras quedó libre porque el viaje del magistrado argentino no se concretó. Este antecedente pone en evidencia que la suerte inmediata de Menem, respecto de la pérdida de su libertad, depende de lo que decida el ministro elegido por la Corte chilena para llevar adelante su juicio. De todos modos, en Santiago creen que es difícil que lo encarcelen.
La orden de captura internacional contra Menem emitida por Urso tiene escasas posibilidades de cumplirse en Chile por la Interpol. El ministro del Interior, José Miguel Insulza, manifestó que esto es así “porque Chile no tiene acuerdo bilateral con Argentina”, y además porque la ley chilena establece que sólo se puede detener a una persona, sea nacional o extranjero, mediante una orden de aprehensión expedida por un juez chileno, según publicó el diario trasandino La Nación.
La Cancillería argentina anunció cuáles son los pasos a seguir. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oscar Feito, enfatizó que el canciller Rafael Bielsa “no quiere saltar ningún paso legal y mandarlo lo más rápido posible” para lo cual, “como es de forma en estos casos, debe emitir un dictamen la Dirección de Asuntos Jurídicos”. Feito agregó que “el correo diplomático es inviolable ya que tiene status diplomático” y explicó que hacia Chile “sale los martes”.
Por otra parte, el gobierno de Chile ratificó ayer que no le otorgará asilo político al riojano, en caso de que lo pidiera, y confirmó que el ex mandatario solicitó ampliar su residencia en ese país. En virtud de su casamiento con la chilena Cecilia Bolocco y del nacimiento de su hijo en territorio del vecino país, Menem podría pedir incluso la residencia permanente. Pero ni aun en tal caso esa situación impide su eventual extradición. El secretario general de Gobierno de Chile, Francisco Vidal, confirmó en declaraciones a la agencia Télam que Menem hizo el pedido “hace unas tres semanas”, y aclaró que “su resolución es independiente del proceso judicial”. Vidal agregó que “no tendría la intención de solicitar el asilo político”, pero sí pediría “una defensa judicial”.
Según el diario La Nación, de Santiago, en un proceso de extradición predomina la legislación del país requerido, en este caso Chile, tal como indica el Tratado Multilateral de 1933. Y las leyes chilenas establecen que la extradición sólo puede otorgarse si existe un procesamiento previo de la persona requerida. Si fuera así, el pedido de Urso tendría pocas posibilidades de prosperar. Paradójicamente, su colega Norberto Oyarbide estaría en mejores condiciones de obtener una respuesta afirmativa porque ya lo procesó en la causa por omisión maliciosa de una cuenta suiza. La Cámara Federal estaría a punto de laudar a favor del juez ante el pedido de recusación presentado por Menem. En tal caso, Oyarbide emitiría una nueva orden de captura contra Menem.
En tanto, Bolocco aseguró que su marido está con “mucho ánimo y fortaleza”. Consultada por el baile que compartió Menem con una odalisca en un restaurante chileno, donde se vio que no tiene ninguna lesión en el brazo, tal como alegó para eludir su presentación judicial, Bolocco afirmó que “él está con su yeso”.