EL PAíS
A 22 meses de la masacre de Avellaneda
“El tema de la ESMA está todo bien, pero también son derechos humanos lo de Maximiliano y Darío”, reclamó el representante del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), Juan Cruz Dafunchio. A 22 meses del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán a manos de la Policía Bonaerense, cientos de piqueteros volvieron a cortar el Puente Pueyrredón para exigir justicia. De la movilización participó Alberto Santillán, padre de Darío, quien viene reclamando la apertura de los archivos de la SIDE sobre la jornada de feroz represión en la que mataron a su hijo y que se investigue la responsabilidad política de los hechos sangrientos ocurridos aquel 26 de junio de 2002 en las cercanías de la estación Avellaneda. El integrante del MTD cuestionó al presidente Néstor Kirchner, ya que las “promesas que dio, inclusive al papá de Darío, sobre profundizar la investigación de los asesinatos y de crear una comisión investigadora, se las llevó el viento”. Manuel Molina, el vocero de otro sector del MTD, también criticó la “actitud del Gobierno, ante los nulos resultados que muestran las investigaciones”.