Un proyecto de ley que enviará el gobierno bonaerense a la Legislatura habilitará al ministro de Seguridad, León Arslanian, a decidir la disponibilidad o la prescindibilidad de un uniformado en forma inmediata, sin necesidad de que exista sumario o procesamiento previo. La decisión se tomó luego de comprobar que sumarios y legajos son truchados en beneficio de la interna. En febrero, abril y diciembre de 2003 Página/12 describió los mecanismos para favorecer a los amigos y desplazar a los enemigos. El proyecto de ley, junto con la disolución de Asuntos Internos, la convocatoria a la policía del conurbano y la participación ciudadana en los foros de seguridad son claves para controlar el nudo de corrupción. “La idea es de a poco reemplazar a la Bonaerense”, confió a este diario una fuente oficial.
El viernes pasado, Arslanian disolvió Asuntos Internos, despidió a su jefe, Antonio Amoretti, y colocó como coordinador del área a Ricardo Federico Colombo, ex colaborador directo del coronel Jaime Cesio. El paso siguiente fue abrir la convocatoria a la policía del conurbano, denominada Policía de Buenos Aires II. Ayer, dio un tercer paso: decidió enviar un proyecto de ley que habilite al ministro a dictar en forma inmediata la disponibilidad o la prescindibilidad de un uniformado denunciado por la comunidad. No hará falta que el policía esté sumariado o enfrente un proceso judicial. La simple denuncia ciudadana posibilitará la medida.
Hasta ahora, las faltas cometidas por policías motivaban la apertura de un sumario administrativo. En caso de tratarse de un delito es la Justicia la que debe abrir una causa, más allá de que Asuntos Internos debía iniciar un sumario administrativo.
El sumario, en teoría, tiene como objetivo determinar responsabilidades. La apertura del sumario abre la posibilidad del pase en disponibilidad. Según la gravedad del asunto, la disponibilidad es simple o preventiva. En el primer caso, el uniformado es relevado de sus funciones, pero sigue prestando servicio (en la jerga se lo conoce como freezer). El segundo caso es más grave, queda apartado de sus funciones, se le quita el arma y la placa, y mientras dure la disponibilidad cobra la mitad del sueldo.
Pero, se sabe, la realidad de la Bonaerense es otra. “No se puede confiar ni en los sumarios ni en los legajos –confió a este diario una fuente ministerial–. Están dibujados. No se pueden tener en cuenta. Son instrumentos para sostener actos de corrupción.”
El 17 de febrero de 2003 y el 6 de abril del mismo año, Página/12 reveló los mecanismos mencionados por el asesor: los pagos para cajonear o “perder” sumarios y la apertura de sumarios falsos para extorsionar. Un ejemplo es el caso de un preso que pagó 10 mil dólares para que le abrieran la puerta de la celda. Se dibujó la instrucción: Marcelo Andrade, el comisario responsable, hombre del ex jefe Alberto Sobrado, fue sumariado con una falta leve, y al subcomisario que no estuvo de guardia el día de la fuga y no formaba parte de la corruptela le abrieron tres sumarios; los testigos del subcomisario fueron cesanteados, congelados o suicidados; los del comisario fueron premiados. Otra nota del 21 de diciembre pasado señala el último paso del mecanismo: el mismo comisario investigado por la fuga, pese a tener un sumario abierto, fue premiado con un diploma de curioso título: Intervenciones y Procedimientos Destacados. ¿Por qué fue premiado? Porque el legajo tenía más lustre que el bronce de un prócer.
Según el proyecto de Arslanian, no hará falta ahora que un funcionario policial sea sumariado para ordenar su pase a disponibilidad o su prescindibilidad.
- Como no se puede confiar ni en sumarios ni en legajos, las denuncias de la población permitirán decidir, dado el caso, ordenar la disponibilidad simple inmediata o la prescindibilidad de un funcionario, sea un agente o un comisario general.
- Antes, en los ascensos pesaba el legajo que, como señaló la fuente ministerial, están dibujados. Ahora, también contará la aprobación del foro de seguridad donde se expresarán los vecinos.
- El policía que sea considerado prescindible podrá optar entre el pase a retiro o el despido sin causa y cobro de indemnización.
Además, Arslanian anunció que en 120 días estará en la calle la nueva policía del conurbano. Dijo que “coexistirá y va a tener planes de acción conjunta” con la Bonaerense. También que “la capacitación será continua y en una academia policial independiente; la instrucción, la capacitación en defensa y uso de armas es de 640 horas, que no es poco; seguirá una etapa de capacitación de seis meses”. Otro proyecto modifica el escalafón: 9 grados en lugar de 17; otro cambia la política salarial para que no todos ganen lo mismo y se premie la eficiencia; otro modifica el régimen jubilatorio para que quienes cumplan 60 años de edad y 35 de servicio se puedan jubilar con el 100 por ciento. También aseguró que se va “a terminar con las horas Cores (servicios adicionales) y con las remuneraciones negras o encubiertas”.