“La universidad está un poco apartada del resto del sistema educativo –señaló el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA)–. Estamos en deuda. No podemos solamente quejarnos del nivel con que recibimos a los estudiantes, también tenemos que trabajar para mejorar la enseñanza.” Guillermo Jaim Etcheverry destacó así el porqué del acuerdo que estaba sellando con el gobierno porteño, cuyo objetivo central es articular las actividades de la universidad con las escuelas de la ciudad. ¿De qué manera? En principio, los docentes tendrán acceso a un centenar de becas para realizar cursos; los investigadores y científicos darán charlas a los alumnos primarios y secundarios; y también lo harán los especialistas en orientación vocacional de la universidad. Además, las escuelas recibirán en forma gratuita las revistas que publica la UBA.
El acuerdo lo firmaron ayer el jefe del Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, la secretaria de Educación, Roxana Perazza, y el rector Jaim Etcheverry. “En Buenos Aires estamos confrontando con una paradoja: la ciudad tiene a una universidad de excelencia, con gran reconocimiento académico, pero a veces nos falta articular con el sistema educativo todo lo que nos podría aportar la Universidad de Buenos Aires. Es como si fueran dos compartimientos estancos”, apuntó Ibarra.
Desde este año, el Centro Cultural Rojas de la UBA ofrecerá cien becas para que los docentes de las escuelas medias puedan realizar cursos de formación en forma gratuita. En la capacitación de los docentes se trabajará también desde un nuevo espacio de intercambio que compartirán la Secretaría de Extensión de la universidad y el Centro de Pedagogías de Anticipación (CEPA). Profesores de la UBA, de distintas áreas del saber, van a aportarles sus experiencias y conocimientos a los capacitadores docentes del CEPA.
“Un aspecto muy interesante va a ser la visita de los científicos a las escuelas. Pueden despertar en los jóvenes la vocación científica”, planteó Jaim Etcheverry. “Vamos a abrir una convocatoria a todos los investigadores de la universidad para que vayan a las escuelas a contar el trabajo que están haciendo”, explicó a Página/12 Patricia Angel, secretaria de Extensión de la UBA. Los alumnos de los colegios porteños van a recibir, asimismo, charlas a cargo del plantel de la Dirección de Orientación Vocacional de la universidad. Y van a poder cursar talleres didácticos diseñados con el propósito de brindarles técnicas para preparar –y desenvolverse ante– los exámenes. Además, a lo largo del año lectivo, se prevé organizar ciclos especiales de actividades: la semana de las ciencias, de la computación, la física, la biología, la matemática y las ciencias de la tierra. Entre los proyectos a desarrollar se cuenta la creación de un Museo de la Educación.
A la vez, la universidad donará a los colegios las revistas y publicaciones que edita en forma centralizada y también las que puedan aportar las facultades. “Ya tenemos lista una edición de Nautilus (revista de ciencia para chicos), una edición diferente realizada según los contenidos curriculares –comentó Patricia Angel–. La universidad se encargó de preparar el número y la Ciudad va a hacer la impresión y a garantizar que se distribuya en todas las escuelas primarias.”