EL PAíS
Ratificaron la cadena perpetua para “Pajarito” Suárez Mason y Riveros
La titular de Abuelas, Estela Carlotto, presenció en Roma, Italia, la ratificación de la condena de los represores denunciados en 1983. En la Argentina están procesados y cumplen arresto domiciliario.
Triunfo, victoria y ejemplo. En esas tres palabras, Estela Carlotto resumió lo que sintió cuando la Corte Suprema de Casación de Italia ratificó, de forma definitiva, la condena a cadena perpetua para los represores Carlos Guillermo Suárez Mason y Santiago Omar Riveros. Luego de un prolongado proceso que comenzó en 1983, la Justicia italiana confirmó la sentencia en tercera instancia, tras encontrarlos responsables de la desaparición y muerte de ciudadanos ítalo-argentinos durante la última dictadura y dejó así habilitado al gobierno de ese país para plantear, si lo decide, los pedidos de extradición de los condenados.
La emoción de los familiares que esperaban la resolución en los pasillos del Palacio de la Corte romana fue el corolario de largos años de espera de un proceso que empezó tímidamente en 1983 y que concluyó en primera instancia en diciembre de 2000 y en apelación en marzo de 2003. La confirmación de sentencia alcanza además a los cinco ex miembros de la Prefectura Naval, Juan Carlos Gerardi, José Luis Porchetto, Alejandro Puertas, Héctor Maldonado y Roberto Julio Rossin, quienes fueron condenados con penas de 24 años de reclusión cada uno por el asesinato de Martino Mastinu y Mario Marras. El comandante de la Zona IV donde ocurrieron ambos crímenes en 1976 era, justamente, Riveros.
Como las veces anteriores, Estela Carlotto viajó a Italia para estar presente en la resolución del proceso en el que “Pajarito” Suárez Mason fue condenado en ausencia. El de su hija Laura, quien tras dar a luz a su bebé en cautiverio fue asesinada, es uno de los casos que definió a los jueces a darle perpetua al ex jefe del Primer Cuerpo del Ejército. La Justicia también lo encontró responsable del asesinato de Norberto Morresi, Pedro Mazzocchi, Luis Alberto Fabbri y Daniel Ciuffo, víctimas de los centros de detención clandestinos de La Cacha y El Vesubio, ubicados en la Zona I que comandaba el ex general.
“Me gustaría mucho más ver a Suárez Mason preso acá (en Roma). Eso me garantizaría que cumpla el total de su condena en un calabozo común y no en arresto domiciliario o en una guarnición militar donde todavía alguno se va a sentir tentado a hacer la venia frente a él”, dijo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo en una charla telefónica con Página/12. “Lo que demuestra la sentencia –continuó Carlotto– es que la perseverancia da sus frutos y que la justicia llega a pesar del tiempo y la distancia.”
Después de la sentencia de hoy, la Justicia italiana deberá emitir un mandato de captura internacional contra los condenados. Además, Italia puede solicitar las respectivas extradiciones. Por las causas que aún tienen pendientes Suárez Mason y Riveros en la Argentina es muy poco probable que sean enviados al país europeo. En el caso de Suárez Mason, el represor se encuentra detenido bajo prisión preventiva en la denominada “Causa Montoneros” que lleva adelante el juez federal Jorge Ballestero, y en la megacausa del Primer Cuerpo, una de las tres que se reabrieron tras la anulación de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. Además, el ex jefe del Primer Cuerpo cumple prisión por el delito de apropiación, retención y ocultamiento de bebés nacidos en centros clandestinos cuando sus madres estaban en cautiverio, en una causa que instruye el juez federal Jorge Urso.
Los represores fueron condenados en ausencia debido a que los gobiernos argentinos de la época denegaron sus extradiciones cuando fueron solicitados por los representantes de los países donde se llevan adelante procesos penales contra ellos, como son los casos de España, Francia, Italia, Alemania y Suiza.
Uno de los abogados de los familiares de las víctimas, Marcello Gentili, explicó que con la sentencia “la Justicia italiana ha confirmado la extraterritorialidad del derecho, lo que puede tener enormes implicaciones sobre los otros juicios abiertos todavía en Italia por sus ciudadanos desaparecidos en la Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay”.
Informe: Martina Noailles.