EL PAíS
› RECORDARON SU ANIVERSARIO CON UNA RONDA Y UN FESTIVAL MUSICAL
Las Madres, como hace 27 años
En el día de su aniversario, Madres- Línea Fundadora estuvieron en la Plaza junto a H.I.J.O.S. y las Abuelas.
“¿Te diste cuenta? Las palomas antes se espantaban y ahora caminan junto a nosotras”, le dijo al oído una madre a otra. Tomadas del brazo, como cada jueves desde hace 27 años, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora caminaron una nueva ronda. Más viejas, pero con la misma fuerza. Ya bisabuelas pero convencidas de que su lucha continuará en sus nietos, los hijos de sus hijos. Al igual que el año pasado, la lluvia mojó las ganas de un acto en la misma plaza que las vio nacer, aquel 30 de abril de 1977, pero no impidió que un cálido homenaje las abrazara en su casa.
Luego de concluir su ronda, las Madres se subieron a un pequeño escenario instalado para el acto que, por el mal tiempo, se había suspendido. Sin micrófono y con un megáfono que no funcionaba, Tati Almeyda aprovechó su potente voz para recordar a cada una de las fundadoras de la agrupación. Ante cada nombre de las mujeres que “nos han dejado físicamente aunque siguen estando”, el “¡Presente!” de quienes las acompañaban se oía en toda la plaza. “Nos secuestraron y desaparecieron en Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrini de Careaga. Pero nunca dejamos nuestra plaza”, se emocionó una de las madres.
Pepa Noia es una de las catorce mujeres que hace 27 años eligieron la Pirámide “como símbolo de libertad” para reclamar por sus hijos. Con sus 82 años y su pañuelo blanco en la cabeza no quiso faltar al aniversario. Su suave voz bajó desde el escenario para pedirles “a quienes quieran acompañarme, vengan mañana (por hoy) a la plaza. Yo aquí estaré como cada 30 de abril a las 15.30, aunque no sea jueves”.
“Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, cantaron los H.I.J.O.S., Hermanos, Familiares, Abuelas y más amigos que estuvieron presentes como cada jueves. Rápidamente, las mujeres de pañuelo blanco respondieron con un emotivo “Amigos de la Plaza, las Madres los abrazan”. Luego, todos juntos caminaron hacia la casa donde se reúnen las Madres.
“Queremos que ustedes sigan la lucha porque la memoria tiene que seguir vigente”, les pidió Mirta Baravalle a los más jóvenes. En respuesta, minutos más tarde llegó el discurso de H.I.J.O.S. “Las Madres siempre nos dicen que necesitan mimos. Y es que la ternura hace falta para continuar en esta ardua, pero reconfortable, lucha”, leyó Carlos. Su abuela, sentada a su lado, lo escuchaba atentamente. “El pañuelo que nos han traspasado lo vamos a gastar como ustedes. Y esa antorcha que encendieron con su lucha no vamos a dejar que nadie la apague. Las amamos”, agregó.
Tras escuchar las palabras del representante de H.I.J.O.S., llegó con su bastón, caminando lento, Santiago Mellevosky. El “Padre de Plaza de Mayo” pasa sus días buscando fotos de desaparecidos y armando carteles con sus nombres y fechas de secuestros. Luego de un largo silencio, tomó el micrófono y dijo tan sólo: “Desde que se llevaron a nuestros hijos vivimos perplejos, como en un limbo. No sabemos qué pasó, dónde están, qué les hicieron. Sólo me hago una pregunta: ¿Con los desaparecidos, cuántos nacimientos no fueron?” Los abrazos de las Madres fue la respuesta.
La música que no pudo escucharse en la plaza se trasladó a la pequeña sala de las Madres. A pura voz, las bagualas de la salteña Mariana Carrizo resonaron en la casa. Después, Teresa Parodi levantó a todos de sus sillas. Con mucha alegría, las mujeres formaron parejas y se dejaron llevar por la música. Tenían para festejar. Porque como ellas dicen: “Cada ronda es un caminar compartido”.
Informe: Martina Noailles.
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