En un encuentro que mantendrán hoy en Brasilia el ministro de Defensa, José Pampuro, y su par brasileño, José Viegas Filho, comenzará a delinearse la tarea de coordinación entre ambos países para el envío de tropas a Haití. Esta semana, el presidente Néstor Kirchner enviará al Congreso el proyecto que propondrá la partida de un contingente de unos 500 militares, entre efectivos del Ejército y de la Armada, que se sumarán a las fuerzas de paz que desplegarán allí las Naciones Unidas para impulsar la reconstrucción del país y garantizar un futuro proceso electoral.
Kirchner tomó la decisión mientras se encontraba de gira por Estados Unidos. El viernes anterior al viaje, el Consejo de Seguridad de la ONU había resuelto el envío de tropas que se calcula contará con 6700 hombres y que reemplazarán a las que enviaron Estados Unidos y Francia durante la caída del presidente Jean Bertrand Aristide. Brasil, rápidamente, dijo que aportaría un importante contingente de 1500 efectivos y comenzó a preparar un envío en bloque del Mercosur.
Kirchner prefirió esperar a dar su consentimiento hasta tener en claro a qué tareas se dedicarían los cascos azules argentinos. Recién cuando le especificaron que las tropas se preocuparían de atender las necesidades sociales más urgentes y que prepararían el camino de la normalización institucional a través de una nueva convocatoria a elecciones, el Presidente se entusiasmó con la idea.
El gesto, se descuenta, será bien recibido por la Casa Blanca. Hace dos meses ya que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, le había expresado al canciller, Rafael Bielsa, la conveniencia de que Argentina participara del proceso de reconstrucción de Haití.
Hoy, en el almuerzo, Pampuro y Viegas definirán los primeros acuerdos para el envío. Ya tienen previsto un segundo encuentro en Buenos Aires dentro de diez días, reunión a la que se sumará la ministra de Defensa chilena, Michelle Bachelet. A diferencia de Argentina y Brasil, Chile ya envió tropas a Haití.