Cualquiera haya sido la excusa, la reunión que anoche mantuvieron Néstor Kirchner y Carlos Reutemann se convirtió en una señal de acercamiento entre el Presidente y el senador, quienes meses atrás habían mantenido una feroz batalla por el monto de la ayuda oficial a raíz de las inundaciones en Santa Fe.
Kirchner recibió al ex gobernador en la Casa Rosada. Y estuvo acompañado por Alberto Fernández. No es un personaje menor en el conflicto. El jefe de Gabinete fue el encargado de transmitir en una conferencia de prensa, un día antes del desembarco presidencial en Santa Fe, que la ayuda oficial a los inundados había sido mucho mayor a lo que se informaba en la provincia.
Reutemann no pensaba lo mismo. Y dejó en un brete al gobernador Jorge Obeid, quien salomónicamente salió a explicar que tanto el Lole como Kirchner tenían razón y que la diferencia no estaba en el monto –era finalmente de 500 millones de pesos–, sino en la manera en que llegó ese dinero a la provincia. Su papel de mediador no sirvió para evitar que su antecesor desapareciera durante la visita presidencial a Santa Fe.
No se convirtió en la primera bronca de Kirchner con Reutemann. Durante la campaña ya se había quedado con la sangre en el ojo por la foto en la que el Lole posó con Carlos Menem. Tampoco fue el último encontronazo. Hubo uno posterior, hace pocos días atrás, corporizado en Obeid. Fue cuando el gobernador se encolumnó abiertamente detrás del Lole, entre otras cosas porque consideraba que para garantizar la gobernabilidad había que acordar con la hegemonía reutemista en la Legislatura provincial.
“Fue una charla pendiente a fondo, que se debían”, señaló críptica la legisladora santafesina Roxana Latorre, testigo del encuentro en el despacho presidencial que motorizó el titular del bloque de senadores del PJ, Miguel Angel Pichetto.
En un canto a las generalidades, Reutemann emitió luego un comunicado generoso en vaguedades en el que resume la hora y media de reunión en un “diálogo constructivo” sobre “temas de la situación general del país y su gobernabilidad institucional y social”.
La cumbre se produjo después del frustrado encuentro de ayer entre Kirchner y Obeid, quien traía en carpeta una serie de temas vinculados a la situación social y económica que atraviesa la provincia. Kirchner suspendió la cita enojado con la foto que, en una clara demostración de fuerza, Obeid se mostró en la quinta de San Vicente junto a Eduardo Duhalde y otro gobernador enemistado con el Gobierno: el cordobés José Manuel de la Sota. En el mundo político se lo interpretó como una respuesta del mandatario santafesino a los coqueteos de transversalidad que el Presidente hace con el ex y el actual intendente de Rosario Hermes Binner y Miguel Lifschitz, ambos críticos de la gestión de Obeid.
Para alimentar suspicacias, en la mañana de ayer el Presidente recibió a un conjunto de empresarios santafesinos –de prédica crítica contra la administración provincial– y ordenó la conformación de una comisión de trabajo para avanzar en los temas sociales y los devenidos por las inundaciones.
En esta reunión con los empresarios José Mustafhá y Carlos Molinari también estuvieron los ministros de Infraestructura, Julio De Vido; y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.