Aunque el plazo para desalojar la fábrica venció a las 12 de la noche del jueves, las trabajadoras de Brukman anunciaron que no acatarán la intimación del Ministerio de Trabajo y mantendrán la toma del edificio. “Entramos en una etapa más difícil, más crítica, pero nuestro problema es que la empresa no nos da garantías de poder pagarnos el sueldo ni mantener las fuentes de trabajo”, dijo ayer Celia Martínez, de la comisión interna. Las mujeres dieron una conferencia de prensa acompañadas por diputados nacionales y de la ciudad de Buenos Aires. Precisamente, la Legislatura porteña acaba de tomar postura en defensa de las trabajadoras.
“Con su permanencia en ese establecimiento industrial han garantizado la continuidad de una fuente de trabajo de nuestra ciudad”, dice la declaración aprobada en el recinto, a través de la cual los diputados también reclamaron “que sea respetado su legítimo derecho a peticionar, apelando a métodos propios de la acción colectiva de los trabajadores”.
La conferencia de prensa se realizó en la puerta de la fábrica. Entre los legisladores que se acercaron para dar su respaldo estuvieron Vilma Ripoll, Ricardo Gómez, Marcela Rodríguez, Irma Parentella, José Roselli y Abel Latendorf.
La empresa está tomada desde el 18 de diciembre, fecha en que los dueños abandonaron la firma dejando tres meses de sueldo, aguinaldo y vacaciones sin pagar. Los empresarios, que reaparecieron en febrero, presentaron una propuesta para volver a hacerse cargo de Brukman. Las trabajadoras la rechazaron tras opinar que no garantiza la continuidad del trabajo más allá de los primeros 180 días y condiciona el pago de los sueldos a cómo funcione el plan. El plantel de empleados estaba preparando una contrapropuesta, pero el ministerio dictó la conciliación obligatoria antes de que la presentaran, ante la no presentación de las trabajadoras a una audiencia. El abogado de las obreras consideró que la conciliación obligatoria “se dictó en términos desiguales, ya que los empresarios habían faltado a tres audiencias sin que pasara nada”. Hace dos semanas ya hubo un intento de desalojo que fue frenado por los vecinos del barrio, junto a partidos de izquierda y organizaciones sociales. Es muy probable que en las próximas horas la justicia vuelva a ordenar el desalojo del lugar.