Que el FMI “no nos venga con recetas estúpidas”, le reclamó el ex presidente Raúl Alfonsín a un grupo de asesores de legisladores norteamericanos, a la vez que les pidió que transmitieran al organismo que “nos dejen trabajar en paz para poder salir de la crisis y lograr normalizar los pagos de la deuda, porque tal como están las cosas es impagable”. En una reunión que se llevó a cabo ayer en la que el senador radical pretendió lograr mayor diálogo con los congresistas de Estados Unidos, Alfonsín exigió “que no se humille a Argentina”.
En su embestida contra la política aplicada por el organismo financiero, el ex presidente afirmó que “es evidente que el FMI ha decidido desde hace un tiempo ser muy duro con la Argentina”, porque “quieren realizar una demostración al mundo de que ésa es la política que hay que seguir”.
Ante los asesores, Alfonsín fue más lejos. Enfatizó que “es impensable asimilar dos ideas irreconciliables como lo son el mercado autorregulado y la democracia”. El dirigente radical cuestionó también la insistencia del FMI para que se retiren de circulación los bonos provinciales y reclamó “un tiempo prudencial para poder lograrlo porque si no, no se podrían pagar los sueldos de miles de personas”.
El ex presidente advirtió sobre “el proceso de retroceso” que se vive tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. “La República es la que nos defiende de que no se nos mate, de que no se nos torture ni se nos impida expresar nuestras ideas, mientras que la democracia es la que permite instaurar políticas de desarrollo social, y lo que está sucediendo es que se está pasando de la democracia a la República”, desarrolló el senador.
Por último, Alfonsín consideró que la reunión con los asesores norteamericanos y el consejero político de Estados Unidos, Michael Matera, era necesaria porque “las personas se entienden mejor cuando se miran a los ojos”.