EL PAíS
› NO EXTRADITARAN AL VASCO ACUSADO DE ETARRA
Bonadío se puso la chapela
Jesús María Lariz Iriondo, el vasco acusado de participar en un atentado de la ETA en 1984, no será extraditado a España. Así lo decidió el juez federal Claudio Bonadío, quien consideró prescriptos los delitos por los que la Justicia española requería al supuesto “etarra”, detenido en Argentina en noviembre de 2002. Desde el inicio del proceso, diversas personalidades como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el historiador Osvaldo Bayer reclamaron por su libertad.
“No digo que se ponga la chapela (boina representativa del País Vasco) y se haga vasco, pero de principio tampoco se ponga la corona del reinado español”, le dijo a Bonadío el primer día del juicio de extradición. Ayer, mientras integrantes de organismos de derechos humanos y partidos de izquierda se solidarizaban en la puerta del tribunal, Iriondo escuchó la extensa resolución en la que el magistrado puntualizó algunas irregularidades en el pedido de extradición de Baltasar Garzón. Bonadío habló de “inconsistencias” e “imprecisiones” y concluyó que los presuntos delitos que se le imputan en España –haber atentado en 1984 contra tres policías mediante la colocación de un explosivo al paso de un patrullero– ya estaban prescriptos.
Tras la resolución del juez, Iriondo podrá recuperar su libertad en las próximas horas si paga una fianza de 10 mil pesos. De todos modos, el vasco no podrá abandonar la Argentina, al menos en lo inmediato, ante la posibilidad de que la sentencia sea apelada en segunda instancia. Para el hipotético caso de que la Corte Suprema revoque la resolución, Bonadío impuso una serie de exigencias a España en “salvaguarda” de los derechos de Iriondo, debido a la gran cantidad de denuncias que existen sobre torturas a los presos vascos en las cárceles españolas.
Desde un principio, Iriondo repitió decenas de veces que es inocente. Admitió haber militado en sindicatos y organismos independentistas del País Vasco, pero sostuvo que nunca fue miembro de la ETA. “En España somos perseguidos. No se juzga a supuestos militantes del ETA, sino a todo el pueblo vasco. Le pido que no me extradite a un país donde se tortura a los disidentes”, le reclamó al juez.
Iriondo vivió desde 1988 en Montevideo, se casó con una uruguaya y trabajó de chef de comida vasca, hasta que, tras rechazar el pedido de extradición llegado desde España, la Justicia uruguaya lo expulsó del país. El 22 de noviembre, apenas bajó del avión en tierra argentina, Iriondo fue detenido y llevado a la División Antiterrorista de la Policía Federal, el mismo lugar donde se encuentra presa la ex funcionaria menemista María Julia Alsogaray.