Con una mezcla de anuncios optimistas –como aquella promesa de que el 9 de julio terminaría la recesión– y cierto entusiasmo por la reunión con los gobernadores radicales, el presidente Eduardo Duhalde terminó ayer su gira de dos días por el Chaco y regresó a Buenos Aires junto a su esposa Chiche, funcionarios y ministros del gabinete. La comitiva oficial partió de Resistencia cerca de las cinco de la tarde, luego de encabezar una reunión para analizar la distribución de los planes sociales. Eufóricos, en el Gobierno consideraban que entre el equipaje se traían el respaldo explícito de los mandatarios de la UCR.
A la mañana, antes de volver a Buenos Aires, Duhalde hizo un comentario “positivo”, al estilo del afamado pronóstico sobre el final de la recesión. “Marzo fue el primer mes después de mucho, mucho tiempo, en que la industria creció con respecto al mes anterior”, subrayó por teléfono para el programa “Conversando con el Presidente”, que emite Radio Nacional. En la Casa Rosada, asimismo, aseguran que en marzo se detuvo la caída de la recaudación y del nivel de actividad. En esos datos se basó el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, quien acompañó a Duhalde durante su gira por Chaco, para decir que “estamos en una meseta y esto empieza a cambiar” (ver aparte). Y en la misma línea, el propio Duhalde señaló que “existen signos de recuperación que irán aumentando”, e insistió en la “reindustrialización” como única alternativa para salir de la crisis.
Sin embargo, a pesar de los “signos de recuperación”, Duhalde reconoció que la “Argentina necesita ayuda internacional” y afirmó, esperanzado, en que la asistencia del FMI llegará dentro de poco tiempo. Recordó que otros países, como Brasil, México y Uruguay, “tuvieron ayuda” y eso les permitió “apurar la recuperación”. Y agregó que pese a la dureza del FMI, el Ejecutivo sigue negociando con los enviados del organismo, porque “tiene la obligación de ahorrarle al pueblo argentino dificultades”.
Para conseguir el paquete de ayuda financiera, el Gobierno sabe que tiene que eliminar los bonos provinciales. Ese tema se discutió el viernes, en el encuentro de Duhalde con los gobernadores radicales, donde se concluyó que por ahora es imposible eliminar definitivamente las cuasimonedas como el Quebracho chaqueño. “Si no hay ningún tipo de financiamiento tiene que ser con bonos. Por eso se está trabajando con el FMI es un financiamiento alternativo”, informó ayer Gabrielli.
Aunque la discusión sobre los bonos fue el tema más importante, Duhalde aprovechó su gira por el Chaco para analizar la problemática social, económica y de salud de la provincia, que se debatió en una reunión conjunta del gabinete nacional y provincial. En ese encuentro, además del Presidente, estuvieron los ministros Jorge Remes Lenicov (Economía), Ginés González García (Salud), Alfredo Atanasof (Trabajo), el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, el secretario general de la presidencia Aníbal Fernández, y su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Paulón, quien debió escuchar las inquietudes de algunos gobernadores, que están preocupados por las retenciones. En la reunión, Duhalde anunció que está en marcha un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para reforzar los planes alimentarios (ver aparte).
Además de hablar de la cuestión social, el Presidente se entrevistó con un grupo numeroso de diputados y senadores chaqueños, con quienes analizó los proyectos de reforma política que buscan reducir el costo de la política. Según Duhalde, el ajuste de la actividad política permitirá financiar los subsidios de 150 pesos para jefes y jefas de hogar desocupados con hijos en edad escolar. “Los ahorros que se están haciendo en el Estado por disminución de la burocracia y lo que se denomina gastos de la política integra un fondo que va a hacer frente a los pagos (de los planes sociales)”, explicó el jefe de Estado.
A la tarde, después de entrevistarse con los legisladores chaqueños y con el gobernador Angel Rozas, Duhalde sobrevoló en helicóptero las zonas inundadas de la provincia, en la localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña, a 170 kilómetros de Resistencia.