Muchas de las miradas de la jornada de protesta de ayer estaban puestas sobre el movimiento de Raúl Castells, ya que el líder piquetero había anunciado “ocupaciones de edificios sincronizadas”. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había solicitado que no se alterara el orden. Finalmente, los integrantes del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados ocuparon varios locales de la cadena McDonald’s, donde exigieron libros y leche en polvo para comedores.
Hasta las 3 de la tarde, nadie sabía cuál sería el blanco de las protestas del MIJD. Sin embargo, a partir de los incidentes que se produjeron la semana pasada en su sede central, la empresa española Repsol-YPF decidió dar asueto a sus trabajadores y cerrar sus puertas.
La protesta finalmente se realizó en nueve locales de la cadena de comidas rápidas, en Capital Federal y Gran Buenos Aires. La medida de protesta se desarrolló a la misma hora en que miles de desocupados de la CCC y del Bloque Piquetero marchaban por el microcentro porteño.
“Exigimos la distribución de 10 mil libros escolares y 20 mil kilos de leche en polvo para barrios carenciados y comedores populares”, explicó a Página/12 Daniel Aguirre, uno de los integrantes del MIJD que estuvo al frente de la protesta, debido a que Castells se encontraba en San Miguel de Tucumán. Aguirre, que participó en la toma de un local ubicado en San Justo, aseguró que la medida se desarrolló “en orden y pacíficamente”.
Sin embargo, una vez finalizada la toma, la empresa estadounidense emitió un comunicado en el que denunció que estas acciones de lucha “provocaron inconvenientes que afectaron la normal actividad”. Según se detalló, la cadena decidió suspender sus ventas para “privilegiar la seguridad personal de sus empleados y clientes” y aseguraron que los piqueteros del MIJD realizaron su pedido “de forma extorsiva y por primera vez” se trató de “un petitorio de imposible cumplimiento”.
Castells, por su parte, exigió en la capital tucumana la reincorporación a los planes Jefas y Jefes de Hogar de beneficiarios dados de baja hace dos meses y la entrega de módulos alimentarios para comedores. Los manifestantes llegaron a San Miguel luego de recorrer a pie 80 kilómetros, desde la ciudad de Aguilares. Allí se reunieron con la secretaria de Políticas Sociales, Graciela Sare de García, a quien le entregaron un escrito con los puntos de reclamo.
El sector liderado por Castells no fue el único que ayer utilizó la toma como modalidad de protesta. Varios integrantes del Bloque Obrero y Popular bloquearon las boleterías de la estación Constitución para exigir la reincorporación de empleados despedidos y la reestatización de la empresa Ferrocarriles Metropolitanos.

Informe: A.V.L.