EL PAíS
Alberto Fernández y un diálogo con pocos, sin Carrió ni López Murphy
“No tienen representación institucional, son simplemente dirigentes mediáticos”, dijo el jefe de Gabinete sobre los líderes de la oposición, que no participarían de un eventual “diálogo político”. Leopoldo Moreau reclamó una urgente convocatoria al diálogo.
“No tienen representación institucional. No tienen representación significativa en la Cámara de Diputados, no tienen un solo gobernador, no tienen intendentes, son simplemente dirigentes mediáticos”, dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para minimizar la importancia de convocar a Elisa Carrió y a Ricardo López Murphy a una ronda de diálogo político. Si bien el ministro reivindicó el diálogo, pareció reservarse el derecho de admisión descalificando a los dirigentes de centro y de la derecha política diciendo: “Qué sentido tiene dialogar con quienes sólo ofrecen diagnósticos”.
Desde que se insinuó que el Gobierno convocaría a la UCR a una reunión en la Casa de Gobierno, Carrió no dudó en calificar a la movida como “un nuevo Pacto de Olivos”. Las reacciones de López Murphy dejaron en claro su identidad política de origen. Primero se mostró partidario del diálogo y luego dijo que no concurriría.
En declaraciones a Radio Mitre, Fernández puntualizó ayer que “el diálogo político tiene sentido en tanto y en cuanto todos quieran dialogar”. Algo que públicamente Carrió desestimó luego de adelantar “el diluvio” que viene. Lluvia apocalíptica en la que de acuerdo al análisis de la chaqueña, el Gobierno no tendría botes al que subirse. En su descrédito a los dos principales críticos políticos que hoy tiene Kirchner, el ministro también ratificó un estilo. Así como la semana pasada le ocurrió con la cumbia villera, ahora el objetivo fue el ninguneo.
López Murphy tiene en el Senado a su compañero de fórmula, el salteño Ricardo Gómez Diez. Cierto es que se trata de un solo senador en un cuerpo de setenta y dos legisladores. Pero más allá de su banca, Gómez Diez articula con los referentes de los denominados partidos provinciales. Conglomerado que en más de una ocasión fue el salvavidas de iniciativas oficiales. En cuanto a las intendencias, son conocidas las tratativas que López Murphy realiza para incorporar a su fuerza política a varios intendentes radicales. Carrió no tiene senadores, pero sí varios intendentes. Tanto en Santa Fe como en Buenos Aires. En cualquiera de los casos, los votos que López Murphy y Carrió sumaron en los comicios que llevaron a Kirchner a la Rosada superan largamente el 22 por ciento alcanzado por el Frente para la Victoria.
Algo que Fernández también conoce. Por eso aclaró: “Seguramente representan a una parcela de la sociedad argentina, pero eso no quiere decir que tengan la representación institucional que algunos les quieren otorgar”. Paradojas al margen, esa representación el Gobierno la ve en la UCR, que gobierna seis provincias y es la segunda minoría en ambas cámaras parlamentarias, pero que en la última elección tuvo el piso más bajo de su centenaria historia.
La UCR hoy reclamó una urgente convocatoria al diálogo y además señaló que “debía ser sin exclusiones”. Fue el bonaerense radical Leopoldo Moreau el que dijo que ese diálogo debería ser sin “autoexclusiones”. “No estamos frente a un presidente que es (Jorge Rafael) Videla, ni siquiera es (Carlos) Menem. Además estamos ante gravísimos problemas: deuda, crisis social y crisis económica.” Crisis de las que Moreau recuerda que “no han sido superadas”. El dirigente radical destacó que en el contexto que vive la Argentina la noticia no podía ser la convocatoria al diálogo sino su ausencia. “La noticia sería que no hubiera diálogo”, dijo.
El enojo del Gobierno con Carrió y López Murphy, además de levantar la guardia ante un eventual desplante, también muestra la tirria oficial ante la cercanía política de ambos ex radicales. A la hora de hablar de alianzas políticas, López Murphy supo decir: “No estoy cerrado a nada ni a nadie”. Ante esa hipótesis Carrió responde que “lo que nos puede unir es el contrato moral y el pacto republicano”.