EL PAíS
› POR PRIMER VEZ EN 17 AÑOS, SUPERAVIT PREVISIONAL
Al Tesoro no le cuesta ni un peso
› Por Maximiliano Montenegro
El Tesoro nacional no gastará un solo peso para financiar los aumentos de haberes jubilatorios anunciados para este año. Por primera vez en 17 años, el sistema de seguridad social será superavitario, es decir que el Estado recaudará más recursos previsionales de lo que desembolsará en pagar a los jubilados. Esta estimación oficial incluye todas las mejoras de haberes de este año: las subas en la mínima (en enero y junio), y el último incremento para todas las jubilaciones de hasta 1000 pesos. Dicho de otro modo: si Kirchner no hubiera concedido estos aumentos jubilatorios habría tenido que justificar el desvío de recursos propios de la seguridad social a otras áreas del Estado.
El sistema público de la seguridad social se financia con los aportes previsionales de los trabajadores en actividad, las contribuciones patronales, y un porcentaje de los principales impuestos nacionales. Las causas del notable aumento de la recaudación en los últimos tiempos son las siguientes:
- Aportes y contribuciones. El aumento del empleo (formal), durante el último año, elevó sustancialmente la recaudación por este concepto. El levantamiento del tope de 4800 millones de pesos para el cálculo de los aportes patronales fue otro de los factores que mejoraron los ingresos previsionales.
- Ingresos tributarios. Un porción de Ganancias, IVA, Combustibles y Cigarrillos también solventan la caja de la seguridad social. En todos estos impuestos el incremento de la recaudación fue grande, pero en combustibles y cigarrillos, en particular, la suba de precios repercutió favorablemente sobre los ingresos.
En los últimos 17 años, hasta mayo último, el Tesoro nacional debió cubrir el bache previsional, porque los recursos y gravámenes específicos destinados al sistema no alcanzaban a financiarlo. Dicho agujero se agrandó groseramente a partir de la reforma previsional del ‘94, que creó el sistema privado de AFJP. Desde entonces, la Anses dejó de percibir unos 4000 millones de pesos anuales en aportes de trabajadores que optan por una AFJP.
El Presupuesto 2004 contempla una partida de 1900 millones de asistencia del Tesoro a la seguridad social. Sin embargo, los ingresos previsionales batieron los pronósticos más optimistas y, desde junio, se hizo evidente que el sistema no necesitaría del financiamiento de rentas generales. Tanto es así que el Gobierno ya empezó a echar mano de aquella partida para otras finalidades: por caso, por una decisión administrativa de la Jefatura de Gabinete, 700 millones de pesos se destinaron a la compra de fuel oil venezolano para afrontar la crisis energética.
El gasto presupuestado por la Anses para este año asciende a 26.096 millones de pesos. La recaudación previsional que hoy proyectan en algunos despachos oficiales no sólo cubre ese gasto, sino que alcanza para financiar el último aumento, y aun así sobraría dinero.
Aunque todavía nadie lo admitirá públicamente, funcionarios del Ministerio de Trabajo están convencidos de que una vez que se hayan abonado puntualmente todas las jubilaciones y pensiones del año, el sistema quedaría con, por lo menos, 600 millones de pesos de superávit. La Anses estudia con Economía crear con ese dinero un “fondo de reserva” que serviría para garantizar en el futuro –ante una eventual bajón en la recaudación– el pago de jubilaciones con los recursos propios del organismo.