Mar 10.08.2004

EL PAíS  › AUMENTO DEL 10 POR CIENTO A LAS
JUBILACIONES DE HASTA 1000 PESOS. EL MINIMO VA A 308

El jubileo les llegó primero a los jubilados

Reiterando un mecanismo puesto en práctica desde el año pasado, ante el aumento de los ingresos, el Gobierno le da prioridad a la mejora de las jubilaciones y pensiones. Esta vez, no fue solamente el mínimo, sino que se extendió al 95 por ciento de los beneficiarios.

El gobierno nacional dispuso un aumento del 10 por ciento para las jubilaciones y pensiones a partir de septiembre. Como el incremento se aplica sobre la ya anunciada actualización del mínimo a 280 pesos para el mismo mes, el nuevo piso de jubilaciones y pensiones pasará a ser de 308 pesos. El beneficio no alcanzará a la totalidad de los pasivos, ya que se fijó un tope de 1000 pesos de ingreso bruto para la aplicación del aumento. En cambio, sí beneficiará a los jubilados por el régimen de capitalización con haberes totales inferiores a 1000 pesos, sólo que en este caso el aumento se calculará exclusivamente sobre los tramos públicos de su jubilación (prestación básica universal y prestación complementaria o adicional por permanencia).
El anuncio fue formulado, en conferencia de prensa, por los ministros Carlos Tomada y Roberto Lavagna en horas del mediodía y después de un encuentro con el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, con quien se le dio las últimas puntadas al aumento. La mejora a los jubilados ya estaba prácticamente definida desde por los menos quince días atrás, pero antes de darle forma se consideraron ocho propuestas diferentes (ver aparte).
Tomada destacó que éste había sido “el quinto aumento que el Gobierno ha efectuado, desde que inició su gestión, dirigida a mejorar los ingresos de los sectores más necesitados, más postergados”. Los anteriores aumentos en el haber mínimo habían sido en julio de 2003 (a 220 pesos), en enero de 2004 (a 240 pesos), en junio pasado (a 260 pesos) y el previamente anunciado ajuste para septiembre (280 pesos). El titular de la cartera laboral destacó, además, que esta es la primera vez en más de una década que el beneficio se extiende más allá del haber mínimo. El 95 por ciento de los jubilados y pensionados será beneficiado por algún incremento, subrayó. Los jubilados con remuneraciones superiores a los 1000 pesos, que no recibirán aumentos, son aproximadamente unos 162 mil, de un padrón de alrededor de 3,2 millones de beneficiarios.
“Las decisiones sobre política económica se toman acá y no en el exterior”, respondió tajante Roberto Lavagna a una consulta sobre si este incremento podría interferir en las negociaciones con el FMI. “Una decisión de esta naturaleza, que tiene que ver con tres millones doscientas mil personas que se ubican en sectores de ingresos más limitados de la sociedad, nada tiene que ver con las negociaciones externas”, agregó, asegurando enseguida que esta decisión de aumentar la escala de ingresos de los jubilados y pensionados “va en línea con la política que viene siguiendo” el actual gobierno desde su instalación, en mayo de 2003.
Según explicó el titular del Palacio de Hacienda, este nuevo aumento es posible merced a los excedentes registrados en la recaudación impositiva, los que fueron asignados a jubilaciones y pensiones, profesores universitarios con dedicación exclusiva, incentivo docente y una parte para inversiones eléctricas”. Lavagna apuntó que el Gobierno ha dispuesto que “cada mejora en las cuentas públicas será para atender las cuestiones sociales o de inversión, que son las que mejoran la productividad de la economía”.
Sergio Massa, titular de la Anses, explicó, por su parte, que la demora en el anuncio del aumento se debió a la necesidad de compatibilizar diversos regímenes y permitir, a la vez, que su instrumentación fuera de ejecución inmediata. Para poder liquidar los incrementos con los haberes de septiembre, “se tuvo que definir un instrumento jurídico” que permitiera compatibilizar los diversos regímenes de pago: jubilados anteriores a la reforma previsional de 1994, jubilados por el sistema de reparto y por capitalización, y beneficiarios provenientes de regímenes provinciales, de modo de universalizar el beneficio.
Instrumentado de esta forma, todas las jubilaciones que al presente mes de agosto no alcancen a 1000 pesos, cualquiera sea su naturaleza, recibirán aumento. Las que se encuentren por encima de los 910 pesos tendrán como tope ese nivel de 1000 pesos. Es decir, una jubilación de 950 pesos no severá incrementada en un 10 por ciento, sino en 50 pesos. Los jubilados por el régimen de capitalización que en la suma de las diferentes prestaciones (las pagadas por el régimen público y las que abona la AFJP respectiva) no superen los 1000 pesos también recibirán aumentos, pero sólo por el 10 por ciento calculado sobre los componentes públicos de sus haberes (PBU, PAP y PC). Hasta las primeras horas de la tarde de ayer, los funcionarios de la Anses y el Ministerio de Trabajo seguían elaborando los aspectos técnicos del decreto, el cual, pese a que ya se habían hecho públicas sus resoluciones, todavía se encontraba en borrador.

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