EL PAíS
› LA ABOGADA DE BERAJA SE DEFIENDE ATACANDO
La DAIA necesita un culpable
El fallo del tribunal oral puede dejar al desnudo la complicidad de parte de la dirigencia con el encubrimiento. Ofensiva para impedirlo.
› Por Raúl Kollmann
Acorralada por las versiones que aseguran que el fallo del tribunal oral en la causa AMIA dejará al desnudo las irregularidades en la investigación, además del papel jugado por el sector de la dirigencia comunitaria que ella siempre representó, Marta Nercellas, la abogada de la DAIA en el juicio oral por el atentado contra la AMIA, presentó su informe oficial en una reunión del consejo directivo de la DAIA. En él señala que el fallo del tribunal oral será adverso porque “existe un pacto político entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde para salvar a los policías que están sentados en el banquillo de los acusados”. Nercellas, que también defiende al ex titular de la DAIA Rubén Beraja, en las causas por estafas y defraudación, afirmó que “en los casos María Soledad y Cabezas había pocas pruebas e igual, con presión política, se consiguió la condena. Acá hay que hacer lo mismo: se necesita presión política”. La abogada en ningún momento admitió que el fallo pueda tener como fundamento las cuestionadas maniobras realizadas en el expediente AMIA –entre ellas el pago ilegal al principal imputado, Carlos Telleldín– ni consideró que los jueces puedan evaluar que la pesquisa estuvo mal hecha y que no hay pruebas sólidas: su diagnóstico se centró en el supuesto pacto político.
A partir de ese informe, comenzó en el consejo directivo una primera charla en la que se evaluaba la posibilidad de sacar solicitadas e incluso convocar a una marcha, algo que hoy le resultaría difícil a la DAIA. De todas maneras, el tema se seguirá tratando en la próxima reunión.
Con su exposición, Nercellas recogió lo que ya adelantó en exclusiva Página/12: en Tribunales está instalado el rumor de que los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo se despacharán con un fallo minucioso, que algunos calculan en más de mil fojas, y en el que detallarán lo que quedó probado y lo que no quedó probado en los tres años de trabajo durante el juicio oral.
Se calcula que la resolución de los tres jueces se leerá, sólo en la parte resolutiva, el 2 de septiembre, mientras que dentro de los siguientes 40 días se conocerán los fundamentos.
- Se presume que una parte importante del texto estará destinado a enumerar las irregularidades en la investigación.
- Se librarían copias de la resolución para que se abran causas a una larga serie de funcionarios. Se dice, por ejemplo, que habrá imputaciones –que deberán ser verificadas por otros jueces– contra un largo listado de hombres del menemismo.
- Se cuestionará la labor del juez Juan José Galeano y los fiscales, lo que sumará elementos a su eventual destitución.
- Se dejará en la mira de la Justicia a muchísimas otras personas, abogados y dirigentes, que tuvieron un papel en el expediente.
- Por último, es muy fuerte el rumor de que los policías bonaerenses imputados serán condenados por extorsión y otros delitos, pero no por el atentado, y queda la duda de qué ocurrirá con Carlos Telleldín, si será condenado o no.
Lo que está bastante claro –y en verdad así lo expresó Nercellas ante los directivos de la DAIA– es que el fallo va a cuestionar toda la pesquisa y por lo tanto será desfavorable justamente para la DAIA, el ex presidente de esa entidad Rubén Beraja y la propia Nercellas, quienes en todo momento apoyaron al juez Galeano y no criticaron la tibia investigación que puso en marcha el gobierno menemista.
Lo más impactante del argumento de la abogada es que la sentencia no se asentará en lo que los jueces determinaron en estos tres años de audiencias –el tribunal fue sorteado cuando gobernaba Fernando de la Rúa–, sino en un supuesto pacto Kirchner-Duhalde para liberar a los policías. Nercellas argumentó que hay pruebas suficientes, aunque se le escapó un lapsus linguae: dijo que “una prueba del pacto político Kirchner-Duhalde fue el desplazamiento del comisario de la Policía Federal Jorge ‘El Fino’ Palacios que fue quien armó (sic) las pruebas contra los policías”.
Nercellas insistió en que el objetivo de aquí al 2 de septiembre tiene que ser la presión política por cuanto –según afirmó–, “tampoco en los casos de María Soledad Morales, en Catamarca, y en el de José Luis Cabezas había elementos totalmente contundentes, pero hubo gran presión política”. Por lo tanto, en el caso AMIA, ocurre algo similar: si no hay presión política, el fallo será desfavorable. Nercellas planteó como problema el hecho de que no hay unidad dentro de la comunidad judía, lo que hace difícil poner en marcha esa presión.
Tal vez uno de los síntomas más nítidos de la diferenciación se produjo en silencio hace casi dos meses, cuando renunció a su cargo el abogado Julio Federik, defensor de la agrupación Familiares. Federik no estuvo de acuerdo en cuestionar la labor de los jueces del Tribunal Oral porque consideró que los magistrados han llevado las cosas adelante con ecuanimidad, y tuvo la postura de que en el juicio más bien se desnudaron las irregularidades y el desmanejo de la investigación. Varios años atrás, Memoria Activa ya había denunciado esa situación y por ello siempre se presentó como una querella diferenciada.
Tras la reunión del concejo directivo, en la que tienen la voz cantante dos hombres de Beraja, Jorge Kirszembaum y Julio Toker, la DAIA quedó en volver a tratar el tema la semana próxima. Algunos mencionaron solicitadas o una marcha, pero las cosas no serán fáciles porque habrá que ver qué postura toma la otra entidad, la AMIA, que también tendrá que decir lo suyo.
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