Jue 12.08.2004

EL PAíS

Denuncian a una clínica por ahorrar en cirugías

Es un caso testigo que demuestra que el sistema de pago por cápita permite la subprestación. La investigación la hizo el PAMI, que intenta quitarles poder a los intermediarios.

› Por Martín Piqué

Una investigación interna del PAMI ha detectado un caso escandaloso de subprestación de servicios en una clínica de alta complejidad de Olivos. La denuncia revela las distorsiones del sistema de pago que rige en el organismo con el tercer presupuesto del país (3200 millones de pesos anuales). El caso demuestra, también, que el sistema de pago por cápita (21,40 pesos por afiliado, 25,50 con los últimos aumentos) favorece ciertos hechos de corrupción. Como las gerenciadoras y los prestadores privados cobran un monto fijo por mes, según la cantidad de beneficiarios que viven en su área, pueden hacer un negocio muy redituable restringiendo los servicios más complejos, como las cirugías cardiovasculares, cuyo costo orilla los 11 mil pesos.
La pesquisa se inició en la Unidad Nº 8 del PAMI, con sede en San Martín, cuyo director es Julio Urien. Esa regional tiene a su cargo los municipios de San Isidro, Vicente López, San Martín, Tigre, Malvinas Argentinas, José C. Paz y San Miguel. En esa sede de la obra social hay cinco gerenciadoras que se reparten el territorio: San Isidro, San Martín, Vicente López, 2001-ACE y Cisbo VIII. La investigación apunta contra el Centro de Salud Norte-Olivos –una clínica conocida de Olivos– y arroja sospechas sobre las gerenciadoras de San Isidro y San Martín.
El Centro de Salud Norte-Olivos es un edificio cuadrado, de ladrillo a la vista, que está ubicado sobre la colectora de la Panamericana y la calle Pelliza. Tiene dos salas de espera con sillas confortables, máquinas de café instantáneo y dos televisores para matar el tiempo. Por allí pasan muchos pacientes, algunos derivados por obras sociales y otros asociados a la prepaga Medinorte. También pasan por ahí los afiliados del PAMI que deben hacerse cirugías de alta complejidad cardíaca. Porque los jubilados que viven en San Isidro y San Martín –44.993 y 47.040 beneficiarios, según los registros– tienen sólo un lugar para hacerse cirugías cardiovasculares, angioplastías y colocación de stent: un servicio interno de esa clínica de Olivos, que se conoce por la sigla Cetryc.
Cetryc significa “Centro de Estudios y Tratamiento Respiratorio y Cardiovascular”. Funciona dentro del Centro de Salud Norte-Olivos. Es el único establecimiento al que pueden acudir los 92.033 afiliados del PAMI de San Martín y San Isidro para hacerse operaciones cardíacas de alta complejidad. La concentración en un único lugar de atención –algo que se repite en varias seccionales del instituto social de los jubilados– favoreció la pesquisa que detectó las primeras irregularidades.
Hace dos meses, en la sede 8 del PAMI, descubrieron algo raro en las estadísticas de cirugías cardiovasculares. Los datos les habían llegado gracias al control de un grupo de médicos del PAMI que monitorean la prestación de servicios en las clínicas privadas. Luego contrastaron esos números con los comprobantes de prácticas médicas que les habían enviado los propios prestadores. Llegaron a una conclusión alarmante: desde enero hasta el 20 de junio de este año, el Cetryc había hecho 23 cirugías cardiovasculares y 14 cirugías cardiovasculares periféricas para toda la población de jubilados de San Martín y San Isidro (92.033 personas).
La estadística del Cetryc era muy inferior a la de la institución que presta el mismo servicio en Malvinas Argentinas, el Polo Sanitario: para una población algo menor (84.694 jubilados), ese hospital público había hecho 73 cirugías cardiovasculares y 27 cirugías cardiovasculares periféricas en el mismo período. En el PAMI, el nivel de atención que deben cumplir las prestadoras se rige por lo que se llama “tasa de uso”, que se obtiene tomando la cantidad de operaciones mensuales cada 10.000 afiliados. Según la página oficial del PAMI, la tasa de uso para cirugía cardiovascular debe ser del 1,7 por ciento. En el Cetryc esa cuenta da mucho menos: 0,72 para San Martín y 0,38 para San Isidro.
En el PAMI dicen que las irregularidades no terminan ahí. Según sus informes, la tasa de mortalidad de los jubilados que se operan de corazón en la Centro de Salud-Norte es “superior al 50 por ciento”. Eso significa que uno de cada dos jubilados que se atienden ahí se muere en la operación. “La tasa de mortalidad en cirugía cardíaca es entre 12 y 14 por ciento”, informó a Página/12 un especialista del Colegio de Cirujanos Cardiovasculares. La conclusión es clara. “Esto es una obscenidad. Es un genocidio. Es comerciar con la vida de la gente”, concluyó ante este diario uno de los investigadores. Este diario se comunicó ayer con la clínica denunciada, pero sus autoridades no atendieron el llamado.

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