EL PAíS
› ACORDADA DE REPUDIO
No toca camisa
› Por Horacio Verbitsky
Mientras el co-secretario de la CGT, Hugo Moyano, estaba reunido con Castells, los presidentes de las diez salas de la Cámara de Apelaciones del Trabajo decidieron emitir una acordada en repudio a la intimidación sufrida por parte de un grupo de dirigentes del sindicato de camioneros. Los jueces Gregorio Corach, Héctor Scotti y Julio Simón plantearon a sus colegas que el martes pasado fueron agredidos por un grupo de dirigentes del sindicato camionero encabezado por Pablo Moyano, hijo del líder camionero, a raíz del fallo que revocó el convenio firmado por los camioneros con la empresa Carrefour. El texto, en el que se reclamarán medidas de seguridad para impedir que se repita el hecho, se firmaría mañana.
El martes 3 la manifestación de un grupo de hombres con banderas verdes y camperas del sindicato de camioneros obligó a reforzar la guardia de seguridad del despacho de los camaristas, en Diagonal Norte y Libertad. Por sugerencia de los policías, los jueces recibieron a un grupo que incluía a Pablo Moyano y varios abogados. Según Scotti, “nos increpaban, en un ambiente muy pesado” hasta que uno de ellos lo tomó de la camisa con vehemencia y le preguntó “¿cómo le digo a mi hijo que me bajan el sueldo?”. En plena discusión arribó el abogado Héctor Recalde quien, según Scotti, “no tuvo un desempeño muy feliz, no contribuyó a aquietar los ánimos”. Recalde replica que “dije que no aprobaba el método de la protesta pero comprendía la indignación de la gente”. También adelantó que presentará un recurso de reposición ante la sospecha de que el sindicato de empleados de comercio entregó información falsa a la justicia. Si bien la resolución de los jueces impide reducir el salario de los trabajadores hasta que se pronuncie el juez de primera instancia, para Recalde “pasan a ser otra vez empleados de comercio, con un régimen de 48 horas semanales más sábados y domingo, en tanto el convenio de los camioneros tiene un máximo de 44 horas y no incluye fines de semana”.
Después de seis meses de conflicto un grupo de 300 camioneros consiguió en marzo pasado que Carrefour tercerizara el servicio y firmó un convenio encuadrado en el régimen del sindicato de camioneros, homologado por el ministerio de Trabajo, por el cual “los trabajadores experimentan una mejora muy sensible tanto en el salario como en la jornada de trabajo y el trato, y pasan a tener delegados”, explicó Recalde. El gremio de Armando Cavalieri presentó una medida cautelar para invalidar el trato entre las partes, que fue rechazado en primera instancia pero aceptado por la Sala X el 16 de julio. Si bien será un juez de primera instancia quien resuelva la cuestión de fondo, para Recalde al ordenar que no se reduzca el salario “los camaristas admiten que el convenio anterior es perjudicial, lo cual adelgaza la fortaleza del pronunciamiento ya que siempre se debe aplicar el derecho más favorable al trabajador”.
Informe: Diego Martínez