Sáb 14.08.2004

EL PAíS

De la Sota puso fin a la tregua que tenía con Juez

Menos distanciado del gobierno nacional, De la Sota arremetió contra su rival en la provincia, el intendente de Córdoba Luis Juez. Lo ayudaron varios intendentes del interior.

Por Camilo Ratti
Desde Córdoba

La tensa relación que une a Luis Juez con José Manuel de la Sota volvió a quebrarse, luego de una semana plagada de chicanas, pirotecnia verbal y amenazas entre un bando y otro. Fortalecido por su “luna de miel” con el presidente Kirchner –con quien firmó este jueves importantes convenios para la Región Centro– el gobernador aprovecha la coyuntura para arrinconar y presionar a su único rival de peso en la provincia. Y no lo hace solo, sino aliado con la mayoría de los intendentes radicales y justicialistas del interior cordobés que, ayer, en idénticas solicitadas, le pegaron duro al intendente capitalino. “La corporación política mostró los dientes y busca debilitar nuestro proyecto de cara al 2007”, dijo un enojadísimo Juez a Página/12.
“Hice todas las autocríticas necesarias para construir una relación sana y madura con De la Sota. Durante los últimos cinco meses les hice caso a los cordobeses y me callé la boca. Hasta rayé varias veces en la humillación cuando me junté con él a discutir políticas de gobierno. Pero los menemistas son así, no tienen voluntad de nada”, disparó Juez a este diario no bien bajó del avión que lo traía de Mendoza, ayer por la tarde. A la mañana, había declarado por radio que el gobernador “lo quería ver muerto” porque no “puede digerir la catastrófica derrota que sufrió el 5 de octubre con nosotros en la capital”.
Lo cierto es que, después de varios meses de convivencia pacífica entre ambos –mediación en la cual intervino el propio Kirchner–, la tregua política volvió a estallar estos días y amenaza la concreción de importantes obras públicas que Juez tiene previsto realizar en la ciudad, pero que dependen administrativamente de la provincia.
El hecho que terminó por desatar la nueva pelea, luego de una semana de acusaciones y amenazas que tuvo como protagonista destacada a Olga Riutort, la esposa de De la Sota, fue la negativa del gobierno provincial de avalar un millonario crédito que el BID le otorgó a la ciudad de Córdoba hace seis años. “La municipalidad no tiene capacidad de pago porque tiene su coparticipación embargada”, salió a decir en nombre del delasotismo el ministro de Gobierno, Eduardo Accastello, a lo cual el viceintendente capitalino Daniel Giacomino y el secretario de Economía y Finanzas de la municipalidad, Daniel Semiraz, contestaron: “No sólo que no tenemos la coparticipación embargada, sino que tenemos un superávit fiscal, producto de que aumentó la recaudación propia y de que recibimos más coparticipación de la Nación y de la provincia. Es más, es esta última quien nos debe casi 100 millones de pesos a nosotros”.
Este cortocircuito, que arrancó con los concejales del PJ pidiéndole la renuncia a Juez por un chiste que dijo sobre su gestión y continuó con durísimas declaraciones de Riutort hacia Juez, terminó por estallar cuando ayer se sumaron a la polémica los intendentes peronistas y radicales del interior cordobés, quienes a través de dos similares solicitadas le reclamaron a De la Sota “equilibrio y justicia” en el trato y en el financiamiento de obras.
Pero los intendentes parecen olvidar algunas cosas que conviene repasar: la ciudad de Córdoba es el lugar del PJ donde milita y manda la esposa del gobernador, de allí las numerosas obras planificadas en este distrito; la administración delasotista refinanció a 25 años unos 250 millones de pesos que las intendencias y comunas le deben a la provincia; los municipios y comunas reciben jugosos ingresos de coparticipación nacional y provincial; De la Sota apoyó como ningún otro gobernador a intendentes de todos los colores políticos, a tal punto de generar divisiones en el radicalismo mediterráneo; la única ciudad acreedora de la provincia es Córdoba capital, todas las demás son deudoras.
Consultado sobre si esta nueva embestida hacia su gestión tiene que ver con el buen momento que viven De la Sota y Kirchner, Juez se mostró escéptico: “La estrategia del PJ es presionar al Presidente para que asuma la titularidad del partido, y detrás de su figura pueda entrar esta banda de la vieja política que representan De la Sota, Obeid, Duhalde y otros dirigentes”.

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