Los dos ex presidentes argentinos que están en Venezuela como veedores del referendo revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez destacaron ayer el clima de tranquilidad que se vivía en ese país a un día de la votación. Tanto Raúl Alfonsín como Eduardo Duhalde hablaron bien de Chávez, pero el más entusiasta fue el peronista, quien no sólo resaltó la mención del venezolano a Perón y Evita sino que además aseguró que una derrota del oficialismo supondría un retroceso para el proceso de integración latinoamericana.
“Una derrota de Chávez sería un retroceso en el proceso de integración, porque Chávez es, de los dirigentes sudamericanos, quien ha expresado en forma más terminante y decidida la vocación integradora; la bandera bolivariana, que este hombre ha izado con mucha fuerza”, elogió Duhalde, quien ayer almorzó con Chávez.
El ex presidente aseguró que la mención a Perón en los discursos de Chávez no lo sorprendió, porque ya conocía la posición del venezolano. “Es un hombre que tiene un gran respeto y admiración por el general Perón y también destacó que cada día es más ‘evitista’, por Eva Perón. Esto se entiende porque es un hombre que está dedicado fuertemente a lo social y naturalmente el modelo del justicialismo lo atrae mucho”, señaló el ex mandatario.
Alfonsín, por su parte, resaltó que el clima que se vive en Caracas es “más apaciguado” de lo que suponía y destacó las declaraciones de los dirigentes chavistas y opositores, quienes adelantaron que aceptarán el resultado del referendo. “Chávez dijo que si ganaba iba a invitar al día siguiente a la oposición y esto es muy positivo”, manifestó el líder radical.
Los dos ex presidentes no son los únicos políticos argentinos que están en Caracas a la expectativa del resultado del referendo. Decenas de políticos y dirigentes sociales del país viajaron para vivirlo de cerca.
El diputado nacional del ARI Ariel Basteiro, que también oficiará de veedor, señaló que “es la primera vez que un gobierno a través de una legislación que él mismo promulgó pone a consideración de una consulta popular la continuidad de su mandato y esto es un proceso inédito en la historia de la democracia”. También la legisladora Vilma Ripoll, el dirigente peronista Dante Gullo y el diputado Miguel Bonasso viajaron a Caracas. La primera lo hizo por una invitación de la chavista Unión Nacional de Trabajadores, mientras que el segundo fue –a través del Consejo Nacional Electoral venezolano– como representante de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, que integran 16 países.