La diputada nacional Hilda “Chiche” Duhalde juzgó positivamente el traspaso de las fuerzas de seguridad a la órbita del Ministerio del Interior y ponderó la figura de su titular, Aníbal Fernández, al que definió como “un hombre con mucha capacidad de trabajo”. La legisladora no descartó ser gobernadora en 2007. Lanzada a disputar el mismo territorio que anhela gobernar Fernández, Chiche Duhalde declaró que “no me pongo techo a nada, la vida me va llevando por caminos que uno no se imagina”. En realidad, la exposición del cargo de su rival es de tan alto riesgo que el elogio sonó a ironía.
Sin embargo, relativizó sus propias palabras al advertir que “tres años para adelante... falta tanto, y la Argentina es tan cambiante”.
La diputada afirmó que “más allá del ministerio que se encargue de la lucha contra la inseguridad, hace falta que quien lleve adelante este proceso esté dispuesto a poner toda la energía, con una gran personalidad, que pueda conducir a las fuerzas, y me parece que Aníbal Fernández es un hombre de mucha capacidad de trabajo”. Además, admitió que la inseguridad hoy “es el problema mayor de la Argentina” y evaluó que la situación “no tiene una sola causa de origen, sino que existe un montón de causas que se conjugan”. Sostuvo que para llegar a una solución “hay que poner horas de trabajo”, con propuestas que estén “más allá de las leyes” y criticó a quienes “aparecen hablando de todos estos temas”, que pretenden “entender de todo” y realizan “un análisis superficial del tema”.
“Nosotros podemos tener las mejores leyes, podemos tener la intención de aplicarlas, pero ¿dónde metemos (a los detenidos) si nos faltan más de 50 mil celdas?”, se preguntó Chiche Duhalde. Por ello, planteó que “primero hay que construir las celdas que faltan y exigir el cumplimiento de las leyes, que hoy son un poco más duras” y encarar después “una serie de causas que tienen que ver más con la falta de trabajo, fundamentalmente en los grandes centros urbanos, y las familias desestructuradas”. Reeclamó que se respete “a las fuerzas de seguridad” porque “muchas veces son injustamente castigadas” y lamentó que “se castiga a la institución, no a los hombres que las integran, pero en todas hay buenos y malos”.