La Asociación de Abogados de Buenos Aires pidió ayer al Consejo de la Magistratura el juicio político del camarista federal de La Plata, Sergio Dugo, quien también integra el jurado de enjuiciamiento de Magistrados. La Asociación citó las notas publicadas en este diario acerca de los actos de violencia de Dugo en contra de sus colegas Román Frondizi y Leopoldo Schiffrin con el propósito de paralizar el sumario administrativo en el que se investiga el funcionamiento de un juzgado paralelo especializado en saltar el corralito, a cargo del juez federal Julio César Miralles. Hace tres semanas el Consejo de la Magistratura había dispuesto apoyar la investigación sobre el juzgado paralelo con un Secretario de Superintendencia especial y dos nuevos auditores. Al frente de ese equipo designó al secretario letrado de su propio Cuerpo de Auditores.
El sumario en el juzgado de Miralles se inició por la denuncia de tres abogadas, cuyos clientes les informaron que les revocaban el mandato ya que si cambiaban de letrado obtendrían un rápido amparo por el corralito. Designado sumariante, Frondizi tomó declaración a una empleada del tribunal quien dijo que por la tarde, cuando terminaba el horario judicial, en el juzgado federal 4 funcionaba un juzgado paralelo, al que acudían abogados relacionados con el juez y con varios funcionarios de su confianza. Frondizi secuestró el libro de ingresos de la guardia del edificio, en el que constan una desproporcionada cantidad de visitantes fuera de horario, sin parangón en los demás juzgados platenses. También solicitó el entrecruzamiento de llamadas entre el juzgado y los abogados sospechados de ser parte de la maniobra y verificó un número sorprendente de comunicaciones. Dugo (y el también camarista Ramón Alberto Duran) dispusieron que en el sumario no se tuviera en cuenta ese registro de llamadas aduciendo que violaba garantías individuales a la privacidad, pese a que quedó en claro que no se trataba de escuchas sobre el contenido de las comunicaciones. Pero toda esa información fue incorporada a la causa penal por el mismo tema que instruye el juez federal Arnaldo Corazza.
La solicitud de juicio político también se refiere a la designación en el jurado de enjuiciamiento de cuatro funcionarios (un prosecretario letrado, un prosecretario administrativo y dos empleadas) que, en realidad, cumplen funciones de auxiliares en la vocalía de Dugo en La Plata. Dugo también consiguió la designación de su madre como oficial mayor, adscripta a la Cámara Nacional Electoral. La tercera causal del pedido de juicio político es el voto irregular de Dugo al propiciar en el Jurado de Enjuiciamiento la absolución del Juez de la Cámara Federal de Salta, Ricardo Lona. Su voto fue el que faltó para la destitución.
La respuesta de Dugo se expresó a través de su ex compañero en la Corte Suprema de Justicia, Claudio Kiper, quien integra el Consejo de la Magistratura en representación de los magistrados. Kiper objetó que Schiffrin, quien es Presidente de la Cámara Federal de La Plata, hubiese sido designado por la Comisión de Selección de Magistrados como uno de los tres jurados para el concurso de antecedentes y oposición destinado a cubrir la vacante que existe en la misma Cámara platense. Schiffrin fue designado para esa tarea el 23 de junio, antes de que se hiciera evidente el conflicto con Dugo. El reglamento del Consejo no prohíbe que un juez sea jurado para la provisión de vacantes en su propia jurisdicción. Kiper propone dictar una regla en ese sentido, que se aplique en forma retroactiva a Schiffrin. Un asesor de Kiper, Alberto Agustín Lugones, está entre los inscriptos en el concurso. Lugones no impugnó a Schiffrin. Kiper consiguió la adhesión para su propósito del consejero por los abogados, Luis Pereyra Duarte, quien preside la Comisión de Selección. Schiffrin ya hizo saber que no renunciará en forma voluntaria a su designación, como le sugirieron. Su reemplazo mediante una norma retroactiva, en represalia por la investigación de un juzgado especializado en saltar el corralito sería un escándalo que el Consejo no soportaría.