EL PAíS
› CURIOSO HOMENAJE DE ALFONSIN POR LOS 20 AÑOS DE LA CONADEP
“La Obediencia Debida salvó al país”
Alfonsín fue la figura central en el acto que organizó la Juventud radical por los 20 años del informe final de la Conadep. El ex presidente utilizó la ocasión para reivindicar su política de derechos humanos y las leyes de impunidad.
› Por Eduardo Tagliaferro
No por casualidad el paso del tiempo suele ser requisito indispensable para que los historiadores den entidad a los hechos y los incluyan como materia de estudio. En el mejor de los casos, lo que no decantó durante cincuenta años, no ingresa en esa categoría. Con la parcialidad del caso, Raúl Alfonsín reinterpretó ayer algunas decisiones que lo tuvieron como protagonista destacado. “Con la Obediencia Debida, creo que salvé al país”, dijo al ingresar al acto en el que se recordaron los veinte años del informe de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep).
Alfonsín exaltó el impulso de la Obediencia Debida cuando ingresaba al local del Comité Capital de la UCR, en la calle Tucumán al 1600. Allí la Juventud Radical había organizado el recordatorio de la Conadep. De aquel informe, publicado con el nombre de Nunca Más, a la sanción de la Ley de Obediencia Debida hay un largo trecho. Distancia que no sólo está reflejada en los tres años que mediaron entre la entrega de las cincuenta mil fojas con los miles de testimonios de las víctimas de la dictadura, que Ernesto Sabato concretó en la Casa Rosada frente a Alfonsín, y la sanción de las leyes de impunidad por parte del Congreso nacional. El abismo que media entre uno y otro momento se explica por el cambio de paradigma político. El predominio definitivo del pragmatismo.
“Admito que el impacto es terrible, pero éste era el precio que teníamos que pagar para seguir viviendo en democracia.” Así reflejan los archivos de la época el pensamiento de quienes rodeaban a Alfonsín en la tarea de gobierno luego de la sanción de la Obediencia Debida.
Durante 280 días los integrantes de la Conadep recorrieron el país, inspeccionaron unidades militares, desenterraron fosas comunes, presentaron en sociedad los campos de concentración de la dictadura, viajaron al exterior para escuchar a los sobrevivientes del genocidio, en una experiencia que muchos de ellos la calificaron “como un descenso al infierno”. La comisión tomó cuerpo a los cinco días de la llegada de Alfonsín a la Casa de Gobierno. El ecléctico abanico de sus integrantes lo formaban el autor de Sobre héroes y tumbas, en calidad de presidente, el científico Gregorio Klimovsky, el obispo Jaime De Nevares, el abogado Eduardo Rabossi, el cirujano René Favaloro, la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, el rabino Marshall Meyer y el ingeniero Hilario Fernández Long, entre otros.
“Recordar esta fecha es poner el pensamiento en los miles de hombres y mujeres que sufrieron lo indecible en los centros clandestinos de detención en todo el país hace ya tres décadas”, sostuvo ayer en un comunicado la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, depositaria del archivo de la Conadep.
Ayer, al intentar justificarse ante la historia, Alfonsín también reivindicó el trabajo de la Conadep. “La Conadep es un hecho histórico en la Argentina y realizó una tarea verdaderamente ciclópea”, consideró. Definición que también escribió en su reciente libro Memoria política. El acto de la UCR, además de un mimo al viejo caudillo, fue una devolución de gentilezas al presidente Néstor Kirchner, que cuando cedió el predio de la ESMA para la construcción de un Museo de la Memoria pidió perdón a las víctimas de la dictadura en nombre de lo que el Estado no había hecho en estos años de democracia.
“No se debe proponer alcanzar la Luna si no se puede”, supo decir el radical Juan Carlos Pugliese luego de que se aprobó la Ley de Obediencia Debida. No era la Luna sino Justicia lo que buscaban familiares y víctimas de la más cruel dictadura que vivieron los argentinos. El camino de la Justicia tomó nuevo impulso luego de que varios tribunales primero y el Congreso después declararon la inconstitucionalidad de la ley que Alfonsín reivindicó ayer.