Por Diego Schurman y Felipe Yapur

Sólo faltan algunos nombres. Pero anoche el gabinete de Eduardo Duhalde marcaba una tendencia: la mayoría de sus integrantes son bonaerenses. Pese a la prédica federal y de unidad nacional, en las primeras líneas apenas asomaban dos hombres del interior, como el mendocino Rodolfo Gabrielli y el chaqueño Jorge Capitanich, y un radical, por el constitucionalista Jorge Vanossi. La novedad, de todos modos, la dio Carlos Ruckauf, quien de gobernador de Buenos Aires y aspirante presidencial pasó sin escalas a canciller, un movimiento que en el mundo político no se lee de otra manera que como un descenso. Y una huida.
Los siguientes son los cargos y los hombres que los ocuparán o, en su defecto, que aspiran a ocuparlos hasta el 2003.
- Cancillería. La principal novedad fue la incorporación de Ruckauf. Sobre todo por el “descenso” de categoría que significa pasar de gobernador y aspirante presidencial a funcionario. “Me juego el todo por el todo. La Argentina está viviendo una hora terminal por lo que especular con mi candidatura es una locura”. Los mandatarios del Frente Federal sostenían que “Rucucu” prefirió irse por la puerta antes que por la ventana, algo que estiman hubiese tenido que hacer si la provincia de Buenos Aires “estalla” (ver aparte).
- Jefatura de Gabinete. Duhalde primero habló con Néstor Kirchner, su amigo. El patagónico rechazó el convite argumentando que había sido uno de los mandatarios que pugnó por el llamado a elecciones. El bonaerense probó entonces con el jujeño Eduardo Fellner y con el fueguino Carlos Manfredotti. Ambos se negaron. Finalmente se decidió por Capitanich.
- Interior. El lunes Duhalde le pidió a Rodolfo Gabrielli que no deje el cargo, al que había llegado de la mano de Rodríguez Saá. Simultáneamente comenzó a negociar con Jorge Busti. El entrerriano había manifestado su desinterés ante Carlos Reutemann. Ya en la campaña del 99, Duhalde presentó al entrerriano como futuro ministro del Interior. Sabiendo esa posibilidad, el gobernador radical de esa provincia, Sergio Montiel, le pidió que no lo nombre, acusando a Busti de promover los últimos saqueos. A Duhalde no le cayó bien la frase y tentó a Busti hasta último momento incluso para la jefatura de gabinete. Su amigo le dijo que su provincia se incendiaba y desistió. Recién entonces Duhalde volvió a llamar a Gabrielli.
- Trabajo. Fue, quizás, una de las áreas menos problemáticas, y que se resolvió con mayor rapidez. El diputado Alfredo Atanasof maneja el estratégico gremio de empleados municipales bonaerenses. Ambos se encontraron a la mañana.
– Mirá, Alfredo. Consulté con empresarios y compañeros y todos me hablaron muy bien de vos.
–Te agradezco, Eduardo. Pero qué es lo que me estás proponiendo –se hizo el distraído.
–Quiere que seas mi ministro de Trabajo.
–Sí, con gusto –rió. Y enseguida se puso a estudiar qué hacer con el personal que nombró Patricia Bullrich en la cartera laboral.
- Acción Social. “Este es un cargo para un peronista, no lo vamos a regalar”, aseguraron los duhaldistas. “Del tema social se encarga mi mujer”, le confesó el Presidente al jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, lo que restó chances al frepasista Juan Pablo Cafiero.
El Presidente ya había negado esa posibilidad el martes ante los legisladores del PJ:
–¿Es verdad que Juan Pablo Cafiero va a Desarrollo Social? –le preguntó la menemista Ada Maza.
–No. No va –contestó seco Duhalde.
Para despejar dudas sobre su futuro, Hilda “Chiche” Duhalde se reunió ayer mismo con funcionarios del área social de las provincias para acordar un programa de asistencia y un plan alimentario. Tiene en su currículum, además de la “mujer de”, la experiencia de las manzaneras bonaerenses.
- Seguridad. El lunes, tras pasar la noche en vela en la Casa Rosada, Juan José Alvarez recibió el primer llamado.
–Vas a seguir en la Secretaría de Seguridad. No te preocupes.
Eran las 9.15. Rodríguez Saá ya había renunciado y Alvarez no sabía exactamente cuál sería su futuro, pese a la tranquilidad que le quiso llevar Ruckauf a través del teléfono.
Dos minutos después volvió a sonar el celular. Era Duhalde.
–Me gustarías que sigas en el cargo.
Economía. Al equipo del ya nombrado Jorge Remes Lenicov (ver página 6) se sumó ayer, entre otros, el santafesino Oscar Lamberto. El lunes lo habían tentado. Dijo que no. Duhalde, entonces, habló con Reutemann y éste intercedió. La resistencia del senador duró poco.
–Yo te puedo ser más útil en el Congreso –le dijo a Remes.
–No te hagas el boludo. Te quiero para el arranque. Por 60 o 90 días -le contestó.
Conocidos los principales lineamientos del plan económico, Lamberto aceptó, pero no renunciará a la banca. El fin de semana seguramente integrará la comitiva que partirá a Washington a negociar con el FMI.
- Defensa. Hubo varios postulantes. Uno de los que más trabajó para ese puesto fue Miguel Angel Toma. Pero no tuvo éxito. Otro que esperó el llamado presidencial fue el actual diputado Jorge Villaverde. Pero no llegó. Hasta anoche, era número puesto el ex viceministro de Oscar Camilión y amigo de Duhalde, Vicente Massot. Este ex funcionario, hijo de la propietaria del diario La Nueva Provincia, debió abandonar el cargo luego de que reivindicara la tortura durante un reportaje a Página/12. Duhalde tiene decidido que el titular de esta cartera deberá llevarle a los jefes militares la tranquilidad de que no prosperarán los pedidos de extradición.
- Justicia. Se reservó el lugar para Jorge Vanossi. Constitucionalista radical, peleado con De la Rúa por haberlo dejado solo cuando perdió la senaduría ante Graciela Fernández Meijide. Será el encargado de llevar adelante los cambios en la Corte Suprema (ver página 11).
- Secretaría General. Asumirá ese lugar el ex ministro de Trabajo bonaerense, el duhaldista Aníbal Fernández.
- Side. El diputado José Pampuro, ex médico personal de Duhalde, era candidato a jefe de inteligencia. Pero para ese puesto también se había alistado el diputado Carlos Soria, a quien a su vez también se lo promocionó como futuro portavoz del Gobierno.
- Educación. Ya estaba puesta para el cargo Graciela Giannettasio, ex directora general de escuela bonaerense. Anoche anunció una “federalización” del ministerio (ver página 13).
- Salud. Se había pensado en el sanitarista Ginés González García, ex ministro de Salud durante la gestión de Antonio Cafiero. Pero Felipe Solá le ganó de mano y se lo llevó al gabinete provincial. Anoche sonaba con fuerza Juan José Mussi, denunciado por hechos de corrupción.
- Cultura. María Teresa del Valle Fernández González de Solá, “la colorada”, se fue con su marido a la provincia. Por eso se mencionaba con insistencia para ese cargo a Luis Verdi, un histórico del duhaldismo y quien le escribió el discurso que leyó ante la Asamblea Legislativa. Verdi no habló con Duhalde, pero los allegados del gobernador dijeron que ése seguramente sería su destino.
- Turismo. El menemista Daniel Scioli fue ratificado en el cargo.
- Industria. El titular de la UIA, Ignacio de Mendiguren, fue uno de los primeros en ser nombrados (ver Economía).
- Comunicación. Se menciona a los históricos duhaldistas Carlos Ben y Daniel Basile. Uno para la Subsecretaría de Medios, el otro para el Comfer.