Por Daniel Enz
Desde Paraná

Dos diputados provinciales de Entre Ríos declararon ayer en la Justicia -ante una investigación iniciada de oficio– y ratificaron que tenían la “plena convicción” de que existieron sobornos para que no prosperara el pedido de juicio político contra el gobernador Sergio Montiel. El diputado radical disidente Adolfo Lafourcade denunció las presiones y la acción de Raúl Alfonsín, Leopoldo Moreau y el propio Eduardo Duhalde, en el entramado del oficialismo entrerriano. El legislador cuestionado, Félix Del Real (PJ), jugó fuerte: pidió que todos los diputados se sacaran sus fueros, abrieran los sobres de las declaraciones juradas de bienes, para mostrar el patrimonio de cada uno y se investigara a fondo. “No tengo nada que ocultar. Yo voté a conciencia”, reiteró.
La primera sorpresa –porque no es un mecanismo usual– fue la citación que cerca del mediodía les llegó a los diputados Lafourcade y Raúl Taleb. El primero, radical de más de 40 años, pero disidente de Montiel. El segundo, un peronista de Diamante, identificado con el ex gobernador Jorge Busti. Los dos fueron convocados por la fiscal Leonor Pañeda y el juez de Instrucción, Héctor Vilarrodona, para dar cuenta de los elementos que disponían para dar cuenta del supuesto soborno que existió en Diputados en la noche del martes, para comprar el voto de Eduardo Félix Del Real, cuyo voto fue determinante para que no prosperara el juicio político contra Sergio Montiel.
Si bien los diputados estaban terminando de confeccionar un escrito para presentarlo hoy, la actuación de oficio de la Justicia les hizo retroceder en su propósito. El propio juez los recibió. El magistrado paranaense es uno de los de mayor credibilidad en el fuero local e investigó sonados casos en los últimos años.
El primero en testimoniar fue Lafourcade. El legislador concordiense, que también integra la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja, estuvo dos horas, donde hizo un racconto de los días previos al dictamen emitido, pidiendo el juicio político de Montiel y lo que sucedió en los días previos al plenario. Lafourcade –enrolado ahora en el bloque de Intransigencia para el Cambio– denunció “las presiones” que hubo desde la estructura partidaria de la UCR y del Gobierno. Con lujo de detalles mencionó cómo el senador Raúl Alfonsín y el diputado Leopoldo Moreau coaccionaron sobre los diputados disidentes, para torcer el voto. Incluso, responsabilizó directamente al presidente Eduardo Duhalde, de intervenir en la conflictiva situación y “haber llamado” a varios dirigentes del PJ de Entre Ríos, para poner en marcha toda una operatoria. Mencionó con nombre y apellido al ex senador nacional Augusto José María Alasino, a quien Lafourcade denunciara por enriquecimiento ilícito en 1996, como uno de los operadores que trabajaron para convencer al diputado Del Real. Este último es considerado un referente de Alasino en la provincia.
Lafourcade sostuvo que tenía “la plena convicción” de que Del Real .recibió una valija de dinero” para votar en contra del pedido de juicio político al gobernador. “Primero dijo que iba a votar afirmativamente, pero su parecer cambió repentinamente”, agregó. Pidió además que se investigaran los dichos de Del Real, quien dijo en un reportaje que “otro diputado” había sido tentado “con otra valija”. “No tengo dudas que habría recibido una suculenta coima”, afirmó.
Taleb, por su parte, terminó de declarar a las 21 y estuvo por espacio de más de una hora y media. Habló de los extraños movimientos de Del Real –”que no respetó mecanismos usualmente utilizados en el bloque”, dijo– y dio cuenta de la contradicción que hubo al finalizar de la sesión. Específicamente indicó que, entonces, Del Real le dijo a la prensa que nole había comunicado a nadie de su voto. Sin embargo, minutos después, el presidente del bloque radical, Ricardo Troncoso, también declaró a los medios que Del Real le había avisado de su voto “media hora antes” del inicio de la sesión. Recordó que en días previos, el ex vicepresidente primero de la Cámara de Senadores, Jorge Campos –viejo amigo de Montiel, ahora alejado–, había cuestionado públicamente “las prácticas nazimafiosas” del Gobierno, presionando a los legisladores. Le pidió también al juez que investigara por qué en horas del mediodía, en que se desarrolló la sesión, la Policía ya estaba custodiando la vivienda del diputado Del Real, en Colón, su ciudad natal.
Los dos legisladores terminaron de declarar y fueron urgente a la sesión de la Cámara de Diputados, que por primera vez se volvió a reunir, después de la escandalosa jornada del martes. Como era de esperar, los únicos ausentes fueron los radicales, a excepción de los diputados Julio Rodríguez Signes y Hernán Burna, que votaron a favor del juicio político a Montiel. La banca de Del Real –a quien se expulsó del bloque del PJ– fue puesta en el medio del recinto, aunque el diputado no se movió de la ciudad de Colón, desde donde se la pasó formulando declaraciones periodísticas. Al lado de la silla en que debía sentarse le dejaron un cartel de dimensiones, con el signo pesos.
Los legisladores embistieron duramente contra el gobierno provincial y cuestionaron con severidad lo sucedido con la conducta de Del Real en la sesión del martes. A su vez, se aprestaban a apoyar proyectos para exigir la profundización de las investigaciones sobre los supuestos sobornos. Entre ellas, la creación de una comisión investigadora legislativa, que pude tener carácter bicameral. También se esperaba la aprobación de proyectos contra la gestión montielista. Por lo pronto, se iban a rechazar los decretos firmados por Montiel, estableciendo la jubilación anticipada de funcionarios y magistrados. “Le vamos a demostrar al gobernador que la guerra está declarada”, se indicó a Página/12.