EL PAíS
› DOS ACUSACIONES CONTRA LA POLICIA DE SANTA CRUZ
Fuerte denuncia por apremios
Fueron de dos de los detenidos en Caleta Olivia, que denunciaron ante el fiscal el submarino seco, amenazas y golpes.
› Por Laura Vales
Nora Cortiñas, de Madres Línea Fundadora, y la diputada Patricia Walsh denunciaron desde Caleta Olivia que la policía aplicó el submarino seco y golpeó “brutalmente” a dos piqueteros detenidos en el desalojo de la petrolera Termap. Las víctimas presentaron una denuncia por torturas en la fiscalía local. “Jamás pensamos que se iba a manejar la situación de esta manera. Hemos visto a un muchacho al que le hicieron submarino seco, a una chica a la que patearon mientras mantenían esposada y a otra con la cara y las piernas tan golpeadas que no podía caminar”, se quejó Cortiñas.
De los 36 piqueteros arrestados, 15 recuperaron la libertad por orden de la Justicia Federal, mientras que otros 21, alojados en la localidad de Cañadón Seco, comenzaron a ser indagados por el juez provincial Marcelo Bailaque. Voceros judiciales dijeron que “algunos estaban siendo excarcelados” tras cumplir con esa instancia.
Los piqueteros fueron detenidos el sábado a la madrugada, en un operativo conjunto de la Gendarmería Nacional y la policía de Santa Cruz, que los desalojó por la fuerza de la Ruta 3 y la playa de tanques de Termap, donde sostenían un pedido de trabajo genuino. Por este reclamo, la petrolera fue ocupada tres veces en los últimos sesenta días, y había seis desocupados en prisión.
La diputada Walsh (Izquierda Unida), Cortiñas y Mirta Baravalles (también de Madres-Línea Fundadora) viajaron a Caleta Olivia para conocer sus condiciones de detención. Puntualmente la de tres mujeres alojadas desde el 3 de septiembre en la comisaría cuarta, Elsa Orozco, Marcela Constancio y Selva Sánchez.
“Teníamos una denuncia en la comisión de Derechos Humanos y Garantías de Diputados sobre que sus condiciones de detención eran malas. Efectivamente, están en una celda reducida, no tienen aire y permanecen allí todo el día, salvo cuando salen al patio, lo que ocurre recién desde la semana pasada”, dijo Walsh. “Las detenidas son madres de muchos chicos. Una tiene seis, otra es una muchacha que estaba amamantando a su beba y tiene además otros niños. La tercera es mamá de dos adolescentes de 13 y 14 años. Se sumó a la protesta porque ya no podía seguir sosteniéndolos en la escuela”.
Al llegar a la comisaría, la delegación se topó con trabas para entrar. Debieron buscar al juez y cumplir una serie de trámites durante varias horas. Mientras esto ocurría, los familiares se reunieron en la puerta de la seccional. Una joven de 26 años que el sábado estuvo detenida, Gabriela Chelme, identificó entonces detrás del mostrador a un policía que “la encapuchó, la golpeó, la esposó y la amenazó con violarla”, contó Walsh. Cuando ella y las dos Madres le exigieron al policía que se identificara, él intentó esconderse. “Logramos que la chica hiciera la denuncia en la fiscalía, lo que también hizo un manifestante a quien en el mismo lugar le aplicaron el submarino seco”. La presentación quedó radicada en la fiscalía número uno, a cargo de Orlando Cadario.
Los abogados de los piqueteros plantearon, por su parte, que los arrestos en la ruta se produjeron sin la orden de la jueza: sólo con una del fiscal. La represión será repudiada este mediodía con una marcha del Polo Obrero desde el Obelisco a la Casa de Santa Cruz.