EL PAíS
Onega no podrá quedarse tranquila, la DAIA reclamó que la sancionen
En la Legislatura porteña están evaluando aplicarle un castigo a Mirta Onega, quien había calificado como “judío de mierda” a un empleado. La DAIA visitó a los legisladores para reclamar una sanción.
› Por Santiago Rodríguez
No todo está dicho en torno del caso de Mirta Onega, la legisladora porteña que calificó como “judío de mierda” a un empleado de su propio despacho y quien hasta ahora no ha recibido castigo alguno por ello: varios legisladores pedirán que se vuelva a debatir el dictamen que proponía sancionar a Onega y que la semana pasada fue tratado en el recinto sin que se llegara a ninguna conclusión. La decisión de no dar por terminado el tema va en línea con el reclamo de la DAIA, cuyos dirigentes visitaron ayer la Legislatura y manifestaron su preocupación frente a la posibilidad de que Onega no sea reprendida por su actitud.
“Todavía aspiramos a que pueda haber una instancia de revisión porque nos haría mucho mal a los argentinos que esta situación no tenga sanción”, fue el mensaje que el vicepresidente de la DAIA, Jorge Kirszenbaum, les transmitió a los legisladores con los que se entrevistó para analizar las alternativas del caso Onega. El dirigente de la comunidad judía concurrió a la Legislatura junto con otros miembros de la conducción de la DAIA y se reunió con Martín Borrelli, Gabriela Michetti, Rodrigo Herrera Bravo y Marcos Peña, todos miembros del bloque macrista Compromiso para el Cambio.
Onega fue denunciada meses atrás por haber calificado como “judío de mierda” a Norberto Cohenca, un empleado de su despacho al que quería reemplazar por su marido. La legisladora trabaja ahora codo a codo con el macrista grupo Nogaró desde una bancada unipersonal, aunque entonces integraba el bloque del Partido de la Ciudad. Fue el líder de esa fuerza y también legislador Jorge Giorno quien formuló la denuncia después de grabarla con una cámara oculta en la cual Onega aparecía refiriéndose a Cohenca en términos discriminatorios.
Frente a la denuncia, los legisladores resolvieron conformar una comisión investigadora para determinar qué sanción correspondía aplicarle a Onega, quien durante una sesión de la Legislatura admitió públicamente sus dichos discriminatorios contra Cohenca y, entre lágrimas, pidió disculpas por su actitud. El dictamen de esa comisión fue unánime: recomendó imponerle 180 días de suspensión a la legisladora y 30 días de suspensión a Giorno –de quien muchos sospechan que denunció a Onega por una interna dentro de su propia fuerza– por no haber contribuido con la investigación. Sin embargo, el dictamen fue debatido en el recinto y no obtuvo los 40 votos necesarios para su aprobación y lo que ahora está en discusión es si se cayó la sesión o el despacho de la Comisión Investigadora.
Kirszenbaum advirtió que “si el máximo cuerpo político de la Ciudad de Buenos Aires no impuso una sanción a la diputada frente a un disvalor tan importante, realmente tenemos que preguntarnos qué nos está pasando con esa institución”. También remarcó que la resolución de la Legislatura de la semana pasada “implica un premio más que una sanción” porque “no se la sancionó de ninguna manera”.
“Si hay voluntad política, lo que se cayó la sesión pero no el dictamen”, destacó Borrelli. Los macristas de Compromiso para el Cambio pedirán por eso que el caso Onega vuelva a ser tratado y no son los únicos. También se inclinan por hacer ese planteo otros legisladores, como el kirchnerista Diego Kravetz y Fernando Melillo, del ARI.