EL PAíS
› DESALOJARAN EL OLIMPO EN 180 DIAS Y SERA UN ESPACIO PARA LA MEMORIA
“Una síntesis de amor y verdad”
Así definió el Presidente el hecho de dedicar el predio de El Olimpo a un espacio para la memoria. Ahora funciona ahí una dependencia de la policía. Se hará cargo la ciudad de Buenos Aires.
› Por Victoria Ginzberg
“Salí del campo después de haber estado 107 días engrillada, maltratada, torturada por ser judía. Ahora voy a dejar esto para mis hijos y para mis nietos”, dijo Rebeca “Tita” Sacolsky. Fue la primera en hablar en el acto en el que el gobierno nacional y el de la ciudad de Buenos Aires firmaron un convenio para construir en lo que fue el centro clandestino El Olimpo un lugar de promoción de los derechos humanos y recuperación de la memoria. Rebeca tiene 81 años y, emocionada, confesó que pensaba que no iba a estar viva cuando llegara ese momento. El presidente Néstor Kirchner cerró el evento: “Estamos dando un paso trascendente, síntesis de amor y verdad, que genera la justicia para que estas cosas nunca más nos sucedan a los argentinos”. Después solo hubo aplausos y un grito colectivo en recuerdo de los 30 mil detenidos desaparecidos.
En el predio donde se montó El Olimpo funciona desde 1995 una de las plantas verificadoras de vehículos de la Policía Federal. En marzo, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, anunció en un reportaje publicado por Página/12 que el sitio iba a ser recuperado como un espacio de memoria. Ayer, durante el acto, Kirchner reconoció que “por distintas razones de la burocracia” el hecho se fue demorando. Hace diez días los Vecinos por la Memoria, del barrio de Floresta, organizaron un acto para pedir el que se fuera la policía del lugar. “Los vi movilizarse. Yo creía que esto ya estaba listo. Pero a partir de verlos a ustedes aceleramos el tema. Es un mandato de conciencia. Es una forma de reconstruir la sociedad en base a la Justicia, y no hay otra forma de reconstruirla”, dijo el Presidente.
De acuerdo con el convenio firmado ayer en el coqueto salón Norte de Casa de Gobierno entre Aníbal Ibarra y Kirchner, la Nación se comprometió a desalojar el sitio en el plazo de 180 días. Luego, el lugar quedará a cargo del gobierno porteño. Además, funcionarios de ambas gestiones, sobrevivientes y familiares de las víctimas realizarán una constatación del estado del inmueble “para garantizar la preservación de aquellos elementos y construcciones que se vinculen con el uso que se le diera a dicho predio como centro clandestino de detención”.
Pero, como dijo Ibarra, el acuerdo expresaba mucho más que su contenido: “Es una reivindicación de todos los que fueron torturados y desaparecidos en El Olimpo, a todos sus familiares y a todos los desaparecidos”.
Del acto participaron unas sesenta personas. Hubo miembros de organismos de derechos humanos –entre ellos Adolfo Pérez Esquivel, del Serpaj; Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora; Buscarita Roa, de Abuelas, Delia Barrera, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y Lilia Ferreyra del CELS– pero también hubo representantes de agrupaciones barriales que trabajan desde hace tiempo sobre El Olimpo, como Vecinos por la Memoria y GAO (Gestión Asociada del Oeste). Beinusz Szmukler, del Comite Americano de Juristas y Jorge Kirszenbaum, de la DAIA, fueron otros de los invitados.
Ibarra y Kirchner entraron al salón y saludaron uno por uno a todos los presentes: a los que estaban alrededor de una gran mesa ovalada y a los que se ubicaron en una segunda fila de sillas.
Todos tuvieron la posibilidad de tomar la palabra y unos cuantos lo hicieron. Agustín Cetrángolo, de la agrupación Hijos, agradeció el gesto del Gobierno y anunció: “Ahora vamos por Campo de Mayo”. Vestida con su guardapolvo blanco y muy emocionada, Evangelina Morales, directora de una primaria de Floresta, cercana al Olimpo, recordó que “hace nueve años” se asumió en la escuela “el compromiso de relacionar a los chicos con la historia reciente”.
Luego del traspaso del predio a la ciudad –que tendrá que efectivizarse a través de una ley–, el Olimpo quedará bajo la órbita del Instituto Espacio para la Memoria, creado por la Legislatura porteña, que tienedentro de sus atribuciones recuperar los lugares de Buenos Aires en los que hubieran funcionado centros clandestinos durante la última dictadura.
La subsecretaria de Derechos Humanos de la ciudad, Gabriela Alegre, señaló que a partir de un trabajo conjunto con las agrupaciones vecinales y de derechos humanos interesadas en el tema se consensuará el nuevo destino que tendrá el sitio. Probablemente no se realizará allí un museo integral sobre la última dictadura militar, ya que ese destino está reservado para la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Pero se abrirá un espacio para recordar los crímenes que allí se llevaron a cabo y se buscará darle al resto del lugar una función provechosa para el barrio.
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