EL PAíS
Un corte con asistencia perfecta de la policía y faltazo piquetero
La policía se desplegó en el puente Pueyrredón para impedir un corte, pero la protesta se había suspendido. Los planes futuros y el desgaste.
› Por Laura Vales
A veces, un pequeño malentendido muestra más que mil anuncios. La confusión –en realidad, una sucesión de ellas– ocurrió ayer al mediodía y tuvo como escenario el puente Pueyrredón, donde la Policía Federal desplegó a sus hombres para impedir que los piqueteros bloquearan el tránsito. Quienes hayan pasado por el lugar habrán observado los aprestos policiales. Pero difícilmente hayan visto a los piqueteros.
“El operativo existió, pero los manifestantes nunca aparecieron”, dijeron a Página/12 en la división Prensa de la Federal. En realidad, la jornada de protesta había sido suspendida una semana atrás, de lo que en el Departamento de Policía, al parecer, no se habían enterado.
Si bien no fue de gran utilidad, el operativo funcionó como una muestra de la decisión política de no permitir nuevos cortes totales en los accesos a la Capital. La policía ya había intentado impedir que se bloquearan las dos manos del puente el 26 de septiembre, en el último aniversario de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. En esa oportunidad no consiguió su objetivo, pero la semana pasada, cuando la CTD Aníbal Verón (la línea piquetera de Quebracho) y otras agrupaciones fueron al puente, no los dejaron subir y tuvieron que quedarse a hacer su protesta en la estación Avellaneda. Para los desocupados se trató de una cuestión de desventaja numérica frente a la presencia policial.
Con otros sectores, en cambio, el Gobierno ha avanzado en acuerdos para que dejen carriles abiertos. Es el caso de la Corriente Clasista y Combativa y los MTD Aníbal Verón de Juan Cruz Daffuncchio, que dieron a sus cortes recientes un carácter parcial. No son los únicos: diez días atrás, también el Frente de Desocupados Unidos y el MP 29 de Mayo dejaron en el puente vías alternativas para “permitir el avance de las negociaciones” por planes y alimentos.
La decisión de la CCC y los MTD mencionados fue muy criticada por los sectores “duros” del movimiento piquetero, quienes sin embargo están pasando por dificultades para sostener sus propias medidas de lucha. De hecho, la confusión policial de ayer se debió a que los “duros” habían preparado una protesta que luego levantaron. “La postergamos porque vamos a movilizarnos masivamente el próximo 16 por la libertad de los presos políticos. No podemos desgastarnos más estando todas las semanas en la calle”, dijo a Página/12 Néstor Pitrola, titular del Polo Obrero, al ser consultado por el tema.
El sector viene de un plan de lucha que no pudo terminar por falta de fuerzas. Recorrió el interior del país en la última semana de septiembre y el 1º de octubre, aunque tenía previsto cerrar con una gran protesta en La Matanza, levantó la medida. “Lo hicimos porque no íbamos a estar todos los grupos ni a tener masividad”, admitió Pitrola. Otros referentes dijeron estar bajo una doble presión que los desgasta: “Con los cortes conseguimos poco porque el Gobierno dice a todo que no. Y cada semana tenemos nuevos presos. Eso desanima a la gente”, definió a este diario uno de los consultados.
La policía no fue la única desorientada con los anuncios y levantamientos. También un grupo de desocupados de La Plata que quedó colgado del pincel se tomó el tren hasta Avellaneda. Eran 20 personas, encontraron la zona vacía de manifestantes y se volvieron. Peor le fue a una agencia de noticias que anunció, a la una y media de la tarde, el éxito del operativo antipiquetero: “La policía volvió a impedir un corte en el puente Pueyrredón”, tituló el despacho, que agregó: “Un fuerte operativo policial bloqueó hoy el paso de grupos piqueteros minoritarios que intentaron interrumpir nuevamente el tránsito en el puente Pueyrredón”. En realidad, no había habido intento de corte ni respuesta policial. Solamente una serie de confusiones, aunque reveladoras de los cambios que se van produciendo en el escenario del conflicto social.