La diputada porteña Mirta Onega cometió “discriminación étnico religiosa” cuando calificó como “judío de mierda” a un empleado al que pretendía despedir. Así lo señaló el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), que emitió un dictamen en el que consideró que la conducta de la funcionaria se encuadra dentro de la ley “antidiscriminatoria”. Las autoridades del organismo llevarán este planteo ante la Legislatura, que por estas horas se debate entre volver a tratar una posible sanción para Onega o dar por cerrado el caso.
“Onega dirigió su acción contra el denunciante impulsada por una parcialidad de orden religioso”, señala el dictamen de siete páginas que dio a conocer ayer el Inadi, en referencia al caso de Juan Alberto Cohenca, quien el 26 de mayo se presentó ante ese organismo para denunciar a la legisladora por sus expresiones antisemitas.
Esta resolución llega en medio de la indignación que desató en el seno de la comunidad judía el fracaso de la Legislatura en su intento por sancionar a Onega. Las autoridades de la DAIA habían manifestado el lunes su preocupación ante la posibilidad de que la funcionaria acusada quede sin ninguna sanción, si los diputados porteños no logran acordar qué castigo le corresponde.
El tema aún tiene final abierto, ya que los presidentes de los bloques deberán definir entre archivar el tema –como ocurre cuando un proyecto de ley no logra los votos necesarios–, o volver a tratar el tema en una nueva sesión. Según informaron desde el Inadi, su titular, Enrique Oteiza, se reunirá en las próximas horas con las autoridades de la Legislatura para exponer las conclusiones de este dictamen.