EL PAíS
› CARLOS MENEM SE POSTULO PARA SALIR DEL CAOS
El salvador de la Argentina
Siempre está volviendo, o por lo menos intentándolo. El mismo día en que estalló el mercado financiero, el público hacía largas colas en los cajeros automáticos para conseguir alguna moneda y el Gobierno anunciaba un feriado cambiario y bancario por tiempo indeterminado, Carlos Menem apareció en las pantallas televisivas para decir, sin ruborizarse, que “el único que puede sacar a Argentina del caos se llama Carlos Menem”. No hablaba de un homónimo sino de él mismo. Formuló sus declaraciones desde Anillaco, su tierra natal y una de las pocas en las que no debe temer probables escraches.
El ex presidente jugaba nuevamente de local. No sólo porque desde la ventana podía divisar los cerros riojanos, sino también porque era entrevistado por Telefé, el canal televisivo controlado por Telefónica de Argentina, una empresa tan cara a la historia del menemismo. “Hasta ahora no han solucionado nada”, dijo hablando de Eduardo Duhalde y de su ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov. Aunque no dejó de sonar a ninguneo, también estaba dando cuenta de la realidad cuando hablando de sus dos compañeros sostuvo: “Están haciendo gestiones para ver si el Fondo nos da una mano”. También volvió a la carga con su propuesta de “dolarizar ya”, porque reflexionó que “todavía estamos a tiempo”.
El reportaje le permitió, como si se tratara de un estadista cuya opinión es determinante para la sociedad, explayarse. Expresó su deseo de que no hubiera estallidos sociales y para reforzar estos dichos afirmó “no creo en brujas, pero que las hay, las hay”. Y si alguien sabe de brujas es precisamente Carlos Menem. Su tarotista Teresa Gordon escribió algunas hojas de escándalos cuando se supo que su hijo Jorge Damonte era un “fiscal trucho”. Azucena Agüero, conocida como la bruja de Menem, tampoco mostró certeza a la hora de los pronósticos. Había sentenciado que el riojano no se casaría con Cecilia Bolocco.
Su entrevista transcurría mientras sus abogados presentaban un recurso de casación porque la Sala B del fuero penal económico dejó sin efecto la falta de mérito dictada en su momento por Julio Speroni en favor del ex presidente sin que mediara ninguna apelación. Con suerte, el recurso llegará a manos de la Corte Suprema antes de que algunos de sus integrantes renuncien o sean separadas, finalizando así la denominada “mayoría automática” que tantas alegrías le dio.