La Oficina de Asuntos Jurídicos de Interpol decidió suspender los pedidos de captura internacional que fueron librados en el marco de la causa AMIA contra doce iraníes a quienes se considera involucrados en el atentado a la mutual judía, entre los que figura el ex embajador de Irán en la Argentina Hadi Soleimanpour, y Moshen Rahbani, quien se desempeñaba como agregado cultural de la sede diplomática al momento del ataque. Interpol tomó esa determinación a la espera de que la Justicia confirme si las “irregularidades” a las que se refirió el tribunal que sustanció el juicio oral de la conexión local del caso afectan a los iraníes en cuestión. La decisión sorprendió al juez Rodolfo Canicoba Corral –quien tiene ahora a su cargo la instrucción del expediente– y en su juzgado se apresuraron a redactar los papeles necesarios para que las órdenes de captura se mantengan en vigencia.
“Interpol no tiene atribuciones para dejar en suspenso los pedidos de captura, sino que debe cumplir las órdenes que imparte la Justicia y guiarse en virtud de las leyes internas de cada país”, explicaban ayer en el juzgado de Canicoba Corral a propósito de la actitud asumida por esa fuerza internacional. Si bien la decisión de suspender las capturas resultó sorpresiva, los colaboradores del juez ya prepararon un escrito que será remitido a Interpol y en el cual se dejará en claro que todas las órdenes de arresto siguen firmes.
Interpol comunicó que dejaba temporalmente sin efecto las “difusiones rojas internacionales” –los pedidos de captura– libradas contra doce iraníes a los que se vincula en el atentado a la AMIA en un escrito que llegó días atrás al juzgado de Canicoba Corral. La causa del atentado a la mutual judía quedó en manos de ese juez después del desplazamiento del caso de su colega Juan José Galeano, quien fue en su momento el que solicitó la detención de los iraníes.
El escrito que Interpol envió al juzgado de Canicoba Corral se remite al comunicado difundido por el Tribunal Oral 3, que tuvo a su cargo el juicio de la conexión local del atentado, y recuerda que allí se explicó que “la prueba producida en ese debate permitió comprobar una sustancial violación a las reglas del debido proceso y la defensa en juicio, al quedar demostrada la falta de imparcialidad del juez instructor”. Para justificar su determinación, la fuerza policial internacional argumentó que en ese mismo comunicado se consignó que, al cabo del juicio oral, “se pudo establecer, a raíz de las numerosas irregularidades comprobadas, que el señor juez instructor orientó su actuación a ‘construir’ una hipótesis incriminatoria, pretendiendo atender de ese modo las lógicas demandas de la sociedad, a la vez que satisfacer oscuros intereses de gobernantes inescrupulosos”.
“Los cuestionamientos que surgieron contra Galeano durante el juicio oral fueron en todo caso por su investigación de la conexión local y a los iraníes se los reclama por la conexión internacional del atentado que sigue siendo objeto de investigación”, aclararon allegados a Canicoba Corral. En contra de los argumentos dados por Interpol destacaron, además, que “la sentencia del tribunal oral no está firme y tampoco se conocen aún sus fundamentos, por lo tanto tampoco se podría por el momento suspender las órdenes de captura en base a esa resolución”.
En su comunicación a Canicoba Corral, Interpol precisó que salvo que sea indicado lo contrario, la suspensión de los pedidos de captura se extenderá hasta el próximo 29 de octubre, día en que el Tribunal Oral 3 tiene previsto difundir los fundamentos de su fallo. Y advirtió que si para entonces no recibe la prueba de que en el caso de los iraníes reclamados no se cometieron irregularidades ni violaciones a la Declaración Universal de Derechos Humanos las órdenes de arresto emitidas en su contra serán directamente canceladas.
La suspensión de las órdenes de detención de los iraníes reclamados por la Justicia argentina –entre quienes se destacan el ex embajador de ese país Soleimanpour y el ex agregado cultural al momento del atentado a la AMIA Rahbani– está en línea con la posición que quiere imponer desde hace tiempo la oficina de Interpol de Teherán.