El candidato número uno sería finalmente el elegido. Una alta fuente del Gobierno confirmó a Página/12 que el abogado santafesino Ricardo Lorenzetti será designado hoy por el presidente Néstor Kirchner para ocupar la vacante que dejó Adolfo Vázquez en la Corte Suprema. “Mi respuesta sería afirmativa, significaría un gran honor”, había respondido Lorenzetti el mes pasado a este diario cuando se lo consultó acerca de qué actitud tomaría ante un ofrecimiento para la Corte. Especialista en Derecho Civil, Lorenzetti militó en el peronismo en el secundario pero luego se dedicó de lleno a la actividad académica hasta armar un extenso currículum que ahora será su puerta de acceso al alto tribunal.
Hoy vence el plazo que se autoimpuso el Presidente a través del decreto 222 para nombrar a su candidato a ocupar un asiento en la Corte en caso de producirse una vacante. Una vez efectiva la postulación de Lorenzetti, el Gobierno deberá publicar los antecedentes y el patrimonio del candidato. Luego se abrirá la presentación de apoyos e impugnaciones a su postulación como paso previo a una audiencia pública y la aprobación de su pliego por el Senado. Hasta ahora no se ha sabido de ninguna denuncia que pudiera obstaculizar el acceso de Lorenzetti a la Corte.
De esta forma, el santafesino se convertirá en el cuarto cortesano designado por Kirchner en su plan de renovación del tribunal y quedarán desbaratadas las versiones que mencionaban la posibilidad de que la Corte redujera sus miembros de nueve a siete.
La candidatura de Lorenzetti ya había surgido a principios de año, por entonces como uno de los posibles reemplazantes del tenista Eduardo Moliné O’Connor. En aquella ocasión apareció en medio de varios otros nombres y la designada resultó Elena Highton de Nolasco. Esta vez, en cambio, si bien se reiteró el ritual de la tómbola de postulantes, las posibilidades de Lorenzetti se mantuvieron altas a partir del día después de la renuncia de Vázquez.
Es que en esta ocasión era de los pocos que reunían los requisitos que se propuso reunir la Casa Rosada en el próximo supremo: un jurista del interior que no fuera penalista, una especialidad más que cubierta en la Corte. Lorenzetti, de 48 años, nació en la localidad santafesina de Rafaela y se graduó en la Universidad Nacional del Litoral, actualmente es miembro de la Academia Nacional de Derecho y profesor de Derecho Civil en la UBA.
Según se comentaba en Gobierno, una de las más entusiasmadas en el entorno presidencial con la candidatura de Lorenzetti era la senadora Cristina Fernández de Kirchner. Lorenzetti se presentó ante los senadores un par de meses atrás cuando votaron su nombramiento como miembro del jury de enjuiciamiento del ministerio público y sorprendió por la cantidad y calidad de sus antecedentes.
En una carpeta de 50 páginas detallaba que se desempeña como profesor en las universidades de Buenos Aires, Austral, Católica de Rosario, de Belgrano, de Salamanca, de Roma Tor Vergata, de San Pablo, de la República de Uruguay, de Arequipa y de la Católica de Valparaíso. Tiene 16 libros publicados en el país, cinco en el extranjero, es coautor de otros 12, lleva más de un centenar de artículos publicados junto a más de 240 charlas en Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y España.
Lorenzetti le dijo a este diario que si nunca se dedicó a la política no fue por falta de interés, sino sólo por falta de tiempo, porque se metió de lleno a la actividad académica. En el colegio perteneció a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), la histórica agrupación estudiantil cercana al peronismo. Además, en sus primeros años como abogado representó a varios gremios, entre ellos a la Unión Obrera Metalúrgica y al Sindicato de la Carne. Sin embargo, el jurista se preocupó en aclarar que no conoció al matrimonio Kirchner en los ’70, como se comentó cuando su nombre comenzó a circular.
A pedido de Página/12, a principios de este año Lorenzetti dio su opinión sobre algunos temas sensibles:
- Obediencia Debida y Punto Final: “En este tema hay un consenso en la comunidad jurídica internacional y nacional acerca de que los derechos humanos son previos a la organización del Estado y naturalmente que todas las leyes que eliminan la responsabilidad en casos de este tipo son contrarias al derecho internacional”.
- Aborto: “La Corte debe ocuparse en buscar un consenso básico en la sociedad. Los ministros deben aportar la sabiduría y esto consiste en saber encontrar el punto medio en cada conflicto, y cuando son temas sensibles hay que tener un gran cuidado en hallar el punto de equilibrio”.