Las agrupaciones peronistas porteñas lideradas por el bloque Frente para la Victoria rindieron ayer su propio homenaje al 17 de Octubre en un acto en el viejo Puente Pueyrredón. Bajo la consigna “Por nuestro 17”, se recordó la jornada histórica de 1945 en medio de alabanzas al presidente Néstor Kirchner y fugaces referencias al menemismo.
La elección del escenario no fue casual: el viejo puente, icono en los últimos años de los movimientos piqueteros, también fue protagonista de la movilización peronista. Sin embargo, la música country y el rock que se mezclaron ayer con los bombos testimoniaron algunos cambios. Consignas que reivindicaban al movimiento peronista pero de fuerte tinte kirchnerista hicieron el resto.
En el acto estuvieron presentes, entre otros, los diputados porteños Miguel Talento, Claudio Ferreño y Dora Bouzo, encargada de iniciar el homenaje. También asistieron la legisladora, ex bullrichista, Silvia La Ruffa y la senadora justicialista María Laura Leguizamón.
Por parte del Ejecutivo, pese a que se esperaba la presencia del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y del ministro de Educación, Daniel Filmus, el único presente fue el secretario de Medios, Enrique Albistur. Por su parte, el funcionario tampoco escatimó su apoyo a la fuerza porteña y destacó: “No estoy aquí como funcionario sino como un militante más de la Capital, marchando junto a todos ustedes en este camino que emprendimos sin prisa y sin pausa”.
El cierre estuvo a cargo de Talento, quien al llamar a un “proceso de movilización” en apoyo a Kirchner sintetizó la consigna de la jornada. Pero también hubo tiempo para dejar clara otra: la intención de evitar cualquier mención a la transversalidad. En su breve discurso, el legislador incluyó menciones al menemismo, refiriéndose a los “diez años de entrega, exclusión y desgobierno” e instó a la “recuperación de la dignidad nacional”. Al mismo tiempo pasó lista a las acciones del Gobierno, entre las que incluyó la renovación de la Corte Suprema y la política adoptada en torno de los derechos humanos, momento que logró despertar el aplauso del centenar de personas presentes en el puente.
El homenaje terminó con un “florazo” para recordar a los obreros que se tiraron al Riachuelo mientras iban en camino a Plaza de Mayo para pedir por la libertad de Perón. En ese momento los bombos cedieron ante la marcha peronista que copó el lugar, mientras un centenar de claveles blancos caían al río y el puente, ya alejado de toda consigna partidaria, se transformó solamente en espacio de recuerdo de los descamisados.

Informe: Carolina Keve