Dom 21.04.2002

EL PAíS

Arbolitos, computadoras que se pierden, doble conchabo y el CEMA

Alejandro Henke es miembro del directorio del Banco Central y vicesuperintendente de entidades financieras “en comisión”. Las audiencias para confirmarlo destaparon varias rarezas.

Por Eduardo Tagliaferro y Susana Viau

Senador Carlos Verna: “Además, en los antecedentes él no pone que fue asesor del intendente (Melchor) Posse en la Municipalidad de San Isidro, algo que está discutido en el Tribunal de Etica, porque aparentemente era incompatible su asesoramiento en esa municipalidad ya que, al mismo tiempo, era funcionario del Banco Central”. El de las funciones dobles e incompatibles no fue el único escollo interpuesto por el senador pampeano a la aprobación de los pliegos de Alejandro Guillermo Henke como miembro del directorio del BCRA y vicesuperintendente de entidades financieras, cargo este último que sin embargo ya desempeña “en comisión”. Henke está sindicado como uno de los “cerebros” del cuestionado proyecto de modificación de la Carta Orgánica del Central. Como su superior Guillermo Lesniewer y como los dos últimos ex presidentes de la entidad Pedro Pou y Roque Fernández, Henke es integrante del CEMA, el centro de estudios que impulsó la extranjerización de la banca y el ingreso de Argentina al área del dólar.
El pliego de Henke es respaldado por Mario Blejer, actual titular del BCRA y ex empleado del FMI. Fue precisamente a Blejer que Eduardo Menem propuso recurrir para encontrar respuesta a los reparos formulados a la designación. En la reunión de la Comisión de Acuerdos de la Cámara alta realizada el miércoles Verna llevó la voz cantante y puso la proa al nombramiento de Henke. Contó para ello con el apoyo de Jorge Busti, presidente de la comisión, quien sostuvo con cierta mordacidad que “algunos de nosotros tenemos objeciones con respecto a esta propuesta. Lo que sabemos por los antecedentes que nos han llegado es que se trata de un ingeniero electrónico”. La ironía encontró eco en Verna, que entre las risas de sus colegas, acotó: “Lo cual es un mérito en su favor”.
Así comenzó el tratamiento de la cuestión, punteada por una serie de traspiés del candidato Henke durante su gestión en el Central. Uno de ellos, detectado por la Auditoría General de la Nación, le ha valido la instrucción de un sumario interno: se trata de la desaparición de 14 computadoras (en fuentes del BCRA se sostiene que no son 14 PC sino entre 50 y 80 computadoras portátiles cuyo valor original rondaba los 1500 dólares por unidad), de las cuales diez se encontraban a su cargo. Una vez comprobada la irregularidad, la AGN propuso para Henke una sanción y un reclamo de 5500 dólares. A su turno, las sumariantes hicieron notar la demora con que Henke había cumplido con la presentación de la correspondiente denuncia penal exigida por la auditoría. Esta se lo había señalado el 7 de febrero de 2000 y Henke la concretó diez meses más tarde, en diciembre. Ese hecho hizo reflexionar a Verna que “si se le perdieron unas computadoras, no puede estar a cargo de un banco”. El senador aludía a que, de ser aprobado el pliego y consumarse el proyecto de creación de un “hospital de bancos” que monitoree la situación patrimonial de las entidades financieras cuando se abra el “corralito”, Henke y su superior Lesniewer jugarían allí un rol preponderante.
Verna también cuestionó el comportamiento de Henke en las recientes detenciones de los “arbolitos” que venden furtivamente dólares en las veredas de la city porteña. Le criticó archivar cada una de las actuaciones, “incumpliendo con las normas legales vigentes”. El senador recordó que “debería haber remitido las conclusiones a consideración del directorio” del Central, tal como lo contempla la Carta Orgánica de la institución.
Pero el más potente de los reparos puestos a Henke –cuya eventual participación en Henke Sociedad de Bolsa SA se encontraría bajo investigación– es el que deriva de su intervención en el proyecto de modificación de la Carta Orgánica del Central, que propicia, entre otros temas candentes, la offshorización de los depósitos y la inmunidad legaldel directorio del BCRA, por cierto una vieja aspiración de Pedro Pou. Esos dos aspectos levantan polvareda, aunque cuentan a su favor con el beneplácito del FMI. Según Verna, el equipo que Henke coordina propuso al Ministerio de Economía que la modificación de la Carta Orgánica salga “por decreto de necesidad y urgencia. Esto lo ratifica (Eduardo) Ratti, secretario legal y administrativo (...). Ratti le hace llegar el comentario de que cree que no debería ser por DNU. El Congreso nunca le cedió facultades al Ejecutivo para modificar la Carta Orgánica del BCRA”.
Del proyecto para reformar la carta del Central, Verna puso especial interés en el artículo 44, en el que el nominado propone “que la Superintendencia tenga una mayor autonomía y una mayor autarquía (...). La única explicación que esto tiene es que Henke coincide con la dolarización. En este caso el banco, al perder su característica de prestamista de última instancia, pasa a ser menos importante que la superintendencia”. El senador se encargó de aclarar que no emitía opinión sobre la dolarización. Simplemente dijo que esta no era la política que impulsaba el gobierno de Eduardo Duhalde. La explicación fue escuchada en un llamativo silencio por el riojano Eduardo Menem.
Para cuestionar la designación de Henke, Verna se explayó sobre un memorándum del pasado 3 de abril enviado por el candidato a Blejer. En él definía la política que debía llevar adelante el Central para el otorgamiento de redescuentos a los bancos comprometidos en su liquidez. “No comparto el criterio que formula Henke porque él hace fundamentalmente una evaluación económica matemática de responsabilidad patrimonial computable a los bancos, pero no tiene en cuenta el origen del capital de los bancos (...) Creo que dadas las menguadas reservas que tiene el país deberían tener preferencia los bancos nacionales”, opinó Verna. Concluyó su crítica recordando el argumento que durante años esgrimieron los liberales que veían con agrado que el Estado tolerara la concentración de la banca extranjera en el país porque cuando hubiese alguna corrida bancaria las casas matrices aportarían su solvencia. “Evidentemente esto no ha sucedido y de acuerdo a lo que está proponiendo Henke tampoco va a suceder”, concluyo Verna.
En verdad, no sería Henke el primer aspecto problemático de la Superintendencia de Entidades Financieras: Guillermo Lesniewer se encuentra procesado por la caída de los bancos Mayo y Patricios. Y junto a Henke (quien se desempeña en la función de vicesuperintendente) son responsables de la designación en calidad de asesor de Miguel Angel Ortiz, ex vicesuperintendente y procesado y embargado en 110 millones de pesos por la caída de los bancos Mayo, Patricios y Feigin.
Cuando la polémica parecía dispararse, Busti encontró la fórmula componedora: entrevistarse con Blejer y convidarlo a presentarse en la comisión. Además de procurar poner paños fríos en la interna peronista, el entrerriano intentará poner a prueba a Blejer y medir hasta dónde está dispuesto a llegar en la defensa de Henke.

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