EL PAíS
La CGT tiene fe en que habrá aumento
Piden una suba de las asignaciones familiares. Se reunieron con Kirchner, pero no salieron con nada en concreto.
› Por Laura Vales
“Vamos a esperar hasta fin de mes antes de tomar una decisión. Nos prometieron que antes de que termine octubre nos dan una respuesta”, dijo el alto jefe sindical. Se refería a la negociación que la CGT mantiene con el Gobierno por el aumento en las asignaciones familiares. Dos integrantes de la cúpula cegetista, Hugo Moyano y José Luis Lingeri, se reunieron con Néstor Kirchner el martes a la noche para insistir sobre el tema. Salieron de la Rosada sin poder hacer ningún anuncio, aunque con la idea de que la mejora está cerca.
El colectivero Juan Manuel Palacios, secretario de prensa de la CGT, fue el encargado de difundir la evaluación oficial del encuentro: “Estamos seguros de que el aumento se otorga”, dijo a Página/12. “No sabemos cuál va a ser el monto, pero lo vamos a tener.”
La CGT pretende una mejora del 100 por ciento que eleve las asignaciones a 80 pesos por hijo. La idea se empezó a gestar en septiembre, cuando el Presidente les planteó a los gremialistas que no esperaran nuevos aumentos de sueldo para los privados y descartó el proyecto de rebajar el IVA. En cambio, consideró viable elevar las asignaciones como un mecanismo para mejorar el poder adquisitivo de los salarios.
En la actualidad su monto está entre los 20 y los 40 pesos mensuales por hijo, cifras que se mantienen congeladas desde 1996. Las cobran cerca de un millón y medio de trabajadores. El beneficio está acotado sólo a aquellos que ganan menos de 1725 pesos, pero aun así insume al Estado dos mil millones de pesos por año. Los cegetistas aseguran que la demora en la definición se debe a una cuestión presupuestaria. “Como los pagos van a tener que sostenerse en el tiempo, dependemos de cómo se arme el presupuesto para el año próximo”, señaló Palacios.
Antes de recibir a los dirigentes de la CGT, Kirchner habría mantenido una conversación con el ministro Roberto Lavagna. De su cartera es de donde salen las principales objeciones a la suba: en Hacienda plantean que no hay garantías de que se pueda otorgar un aumento de manera permanente y preferirían dar un salario familiar extra en diciembre, junto con el aguinaldo. En cambio, están de acuerdo en eliminar el tope salarial de 1725 pesos que rige para acceder al beneficio.
En la reunión con Kirchner no estuvo Susana Rueda. En la CGT, las malas lenguas aseguran que esto ocurrió porque la cita había sido acordada directamente con Moyano, quien a su vez invitó a Lingeri. “Entre ellos tienen buena onda, se entienden cada vez mejor”, dijo un asesor que sigue de cerca las peleas en el triunvirato, en un elogio destinado en realidad a poner en evidencia los roces que distancian a Moyano de la integrante femenina de la cúpula.
La cuestión de las asignaciones familiares fue tratada ayer en una reunión de la comisión directiva de la CGT. En el encuentro la Secretaría de Seguridad Social (a cargo de Luis Barrionuevo) hizo circular un documento con críticas por la demora del Gobierno. El paper cuestionó la “inequidad” del proyecto oficial del presupuesto de 2005, en el cual “el sector energético y el de transporte en manos privadas reciben un generoso tratamiento con jugosos subsidios, mientras que, por otra parte, se niegan a resolver el pedido de la CGT, de elevar asignaciones que están congeladas desde 1996”. De la misma manera, algunos sectores dentro de la central sindical alientan la convocatoria de una marcha a la Plaza de Mayo para presionar por el reclamo.
De todas formas, la postura con más respaldo es la de no sacar los pies del plato. Mientras algunas voces gremiales hablaban de “nerviosismo” y “preocupación”, lo concreto es que de aquí al 11 de noviembre no habrá anuncios de reclamos: para ese día está citada una asamblea del máximo cuerpo deliberativo de la CGT, el Comité Central Confederal, que será informado sobre la situación para tomar decisiones.