EL PAíS
› LA JUSTICIA REABRIO LA CAUSA
La muerte de Lourdes
Por A. M.
El juez Ricardo Farías volvió sobre sus pasos y reabrió la causa para esclarecer los motivos de la muerte de Lourdes Di Natale, quien fue secretaria de Emir Yoma, ocurrida el 1º de marzo de 2003. La investigación había sido archivada el 4 de agosto, pero a principios de octubre el abogado Rodolfo Chimeri Sorrentino pidió que se reactivara y propuso un nuevo testigo.
El juzgado remitió ayer el expediente al fiscal Carlos Donoso Castex, quien tiene delegada la investigación, y será ahora el encargado de evaluar las nuevas medidas pedidas por los familiares de Di Natale. Pero para tal objetivo el magistrado le dio tan sólo tres días.
El nuevo testigo es el periodista Cristian Sanz, dueño del sitio de Internet Periódico Tribuna, cuyo relato “podría constituir una confesión sobre el hecho del que fue víctima Di Natale”. En una nota, Sanz advirtió que un agente de inteligencia le mencionó que una sustancia llamada “succinilcolina” podría haber sido inyectada en el cuerpo de Di Natale. Según se precisó, es “una droga que relaja los músculos y es casi indetectable en la sangre”; agregó que también se la habrían suministrado a Marcelo Cattáneo, el empresario señalado como el pagador de las coimas en el escándalo IBM-Banco Nación y que apareció ahorcado, en un aparente suicidio, ocurrido hace exactamente seis años.
Más allá de Sanz, el abogado señaló que no se realizó la reconstrucción del hecho y que no se valoró todo el material probatorio, entre otras deficiencias.
Uno de los principales interrogantes gira en torno del alcohol que fue encontrado en el cuerpo de Di Natale. Según el abogado, los 3,15 gramos por litro de alcohol en sangre corresponden a un “coma alcohólico”, por lo tanto le parece imposible que en ese estado se haya caído por la ventana. Además, Chimeri insistió en que varios testigos jamás vieron botellas de alcohol en el departamento de Di Natale, ni la observaron “drogada o alcoholizada”. También sigue sin respuesta la desaparición de efectos personales de la mujer, como su celular, del que nunca se desprendía.
Di Natale falleció tras caer desde su departamento, ubicado en el décimo piso de Mansilla al 2400.