El Gobierno envió ayer al Congreso un proyecto de ley para unificar la fecha de las elecciones legislativas del año próximo. Tal como lo adelantara este diario, la fecha elegida es el 23 de octubre. Para ello, la iniciativa oficial propone modificar los artículos 53 y 54 del Código Electoral Nacional. Hasta ahora, la reglamentación sólo autorizaba a la Nación a convocar a las urnas en la ciudad de Buenos Aires. Las provincias, en tanto, mantenían su autonomía de llamar a elecciones para cargos nacionales para el momento que quisieran. El proyecto 1463 que firmó ayer Néstor Kirchner pretende cambiar eso: otorga al Ejecutivo la potestad exclusiva de convocar a comicios de cargos nacionales en todas las provincias del país. “Nuestro interés no es burlar lo que decide cada provincia”, aclaró el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
Fernández anunció la novedad en una conferencia de prensa en la Rosada. Según el ministro, el proyecto de unificar las elecciones busca “dar certidumbre en términos electorales, así como se insiste en la certidumbre política, tributaria y jurídica”. “Muchos países tienen días fijos para los comicios, con lo cual todo el mundo tiene claro de antemano cuándo se van a llevar a cabo las elecciones”, explicó. También dijo que la iniciativa no interferirá en las elecciones que ya fueron convocadas –léase Misiones– ni con las convocatorias especiales que tienen algunas provincias, como Tierra del Fuego, Chubut, Chaco y Santiago del Estero.
En los tres primeros distritos, las constituciones provinciales establecen que las elecciones locales deben diferenciarse de las nacionales. La situación en Santiago es bien distinta: tras el fracaso del llamado a asamblea constituyente, la intervención federal que encabeza Pablo Lanusse desembocará en un llamado general a las urnas, previsto para el 20 de febrero. “Nuestro interés no es burlar lo que decide cada provincia si está ajustado a derecho. El objetivo que se persigue es crear certidumbre”, dijo Fernández. Si el proyecto es aprobado, cada provincia deberá decidir si hace coincidir la elección de cargos provinciales con el cronograma nacional fijado por la Nación para diputados y senadores.
Para ser aprobada, la iniciativa deberá ser votada por una mayoría especial –para lo que se necesitan 129 sufragios positivos– por las dos cámaras del Congreso. El número no preocupa al Gobierno: el propio Kirchner ya estuvo conversando el tema con legisladores del PJ y la UCR en su último viaje a Nueva York. En Diputados, por lo pronto, la cuestión promete ser bastante expeditiva. A la disciplina justicialista se le sumará la conformidad del bloque radical, que está de acuerdo con unificar las elecciones siempre que sean para cargos electivos nacionales. “Estamos de acuerdo, pero esto es incompleto. Falta la reforma política”, dijo el diputado Luis Molinari Romero (UCR) en diálogo con Página/12.