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Veinte años de democracia
La tensión entre populismo y republicanismo, la sucesión de crisis económicas, la trayectoria de los intelectuales, los cambios en el mundo cultural y los derechos humanos son sólo algunos de los temas abordados en La historia reciente. Argentina en democracia, donde Marcos Novaro y Vicente Palermo compilan artículos de quince destacados intelectuales y académicos que participaron, el año pasado, de un seminario organizado por la Flacso a propósito de los 20 años de democracia.
En uno de los artículos más originales y provocativos del libro, Novaro busca profundizar el análisis sobre el menemismo, que a pesar de ser el actor político más importante de la segunda década de democracia hoy se analiza –dice el sociólogo– poco y mal: se habla del gobierno de Menem, por supuesto, pero sólo para manifestar indignación y reducirlo a una o dos palabras de horror.
Novaro asegura que esto es funcional a muchos dirigentes peronistas que de este modo logran “evacuar una experiencia de diez años en una sencilla frase autoindulgente”. Y se propone romper el silencio académico y enfocar los ’90 desde diferentes puntos de vista, capturando sus sentidos más profundos. “El objetivo es preguntarnos por las razones de la lapidaria y completa condena que ha caído sobre la década, es decir, interrogar no lo que ha hecho el menemismo con el sentido común sino lo que ha hecho el sentido común con el menemismo.”
La idea, entonces, es rescatar al menemismo, no para defenderlo, sino para profundizar la mirada. En principio, desentrañar el vínculo entre populismo peronista y neoliberalismo que caracterizaron sus diez años de gobierno. Y también, inscribir al menemismo en el devenir histórico y vincularlo con las formas políticas que lo definieron y que –transformadas– aún existen: el voluntarismo y el romanticismo, estrategias necesarias para llevar adelante los ambiciosos, variados y contradictorios objetivos de la gestión Menem.
El de Novaro es sólo uno de los artículos políticos que integran La historia reciente, que también incluye dos análisis del discurso de Raúl Alfonsín en Parque Norte (uno de Gerardo Aboy Carlés y otro de Emilio de Ipola, uno de sus autores), además de un artículo de Carlos Altamirano sobre la renovación peronista y un balance de Luis Alberto Romero sobre los veinte años de democracia.
En cuanto a la cuestión económica, el libro incluye dos artículos complementarios. El primero es de Roberto Bouzas, que ubica el eje analítico en la inserción argentina en la economía internacional. El segundo es el de Lucas Llach, que se centra en las gestiones de los dos hombres que por más tiempo manejaron la economía posautoritaria, Juan Sourrouille y Domingo Cavallo, a partir de un punto de vista original: Llach se basa en la evaluación de cada uno sobre la política económica de la dictadura para, a partir de ahí, explicar las medidas que adoptaron una vez que llegaron al gobierno.
El resto de los artículos recorre los temas más trascendentes de estos veinte años: la educación (por Guillermo Tiramonti), la política exterior (por Roberto Russell) y la relación entre memoria y política (a cargo de Vicente Palermo, que demuestra su versatilidad para encarar diferentes temas). El capítulo cultural es quizás el menos novedoso: Juan CarlosTorre insinúa buenas ideas, pero no termina de definirse por la brevedad del texto, más parecido a una ponencia (que es lo que fue en realidad) que a un artículo para un libro. Silvia Saítta realiza un minucioso recorrido de la literatura argentina que, aunque valioso, resulta desconectado del resto de los artículos.
Desde un punto de vista más general, el libro no escapa al problema de las obras colectivas: hay artículos mejores que otros, algunos son muy largos y otros excesivamente cortos, y falta un tono que homogeinice la lectura. De todos modos, es un intento serio, con algunas ideas realmente interesantes, por enfocar desde una pluralidad de miradas los viente años de democracia.