EL PAíS
El PCR atrás del gran carapintada
Los comunistas revolucionarios pidieron en su periódico la libertad de Seineldín por ser “contrario al lanussismo pro-ruso”.
› Por Raúl Kollmann
El acercamiento del Partido Comunista Revolucionario (PCR) con Mohamed Alí Seineldín puso en marcha lo que posiblemente será un intenso debate en la izquierda argentina. El PCR juega un papel de importancia actualmente en esa franja ideológica ya que es el partido que se canaliza a través de los piqueteros de la CCC, la Corriente Clasista y Combativa, que acaudillan Juan Carlos Alderete y también el Perro Santillán. El PCR no sólo reivindica la libertad de Seineldín sino que lo considera un luchador “contra la corriente lanussista -.que integraban entre otros Videla y Balza-. y que siempre tuvo estrechas relaciones con el imperialismo ruso”. En un análisis realizado tras la caída de Adolfo Rodríguez Saá .-al que el PCR apoyó–, se sostiene además que “fue fundamental el hecho de que los sectores militares patrióticos no se hubieran sumado al pueblo”. El debate tiene importancia justamente en momentos de la caída y restauración en Venezuela de Hugo Chávez, otro militar nacionalista que fue apoyado por un sector de la izquierda.
Los elogios del PCR a Seineldín y a la movilización a favor de su liberación fueron publicados en el periódico partidario Hoy del 19 de diciembre pasado. Dice allí:
u Seineldín fue encarcelado mediante un juicio-farsa, luego del levantamiento que encabezó oponiéndose a lo que llamó “la traición de Menem”.
u La decisión de Menem fue aplastar la corriente nacionalista y entregar la dirección militar a una cúpula liberal pro-imperialista.
u La larga cárcel de Seineldín, como rehén militar del régimen, ha sido el hecho con que las clases dominantes derrotaron a la corriente malvinera.
u La movilización por la liberación de Seineldín marcó la reaparición de la corriente nacionalista en la arena política nacional. Tiene mucha importancia para el futuro de la Argentina.
En una palabra, por primera vez en los últimos tiempos un sector de la izquierda argentina se acerca a un militar. El PCR ya desató polémicas épicas en la izquierda con algunas de sus posturas del pasado. Esa fuerza -.siempre considerada maoísta o pro-china.- respaldó en su momento a Isabel Martínez de Perón e incluso a José López Rega, que puso en marcha los sangrientos asesinatos de las Tres A. El argumento fue que se oponía al imperialismo ruso, por entonces la principal preocupación china. También llamó a votar a Carlos Menem en 1989, aunque después rompió con el riojano cuando éste adoptó los planes económicos más liberales.
Casi todos los demás partidos de izquierda critican la postura del PCR y señalan, entre otras cosas, lo siguiente sobre Seineldín:
u Que fue militar durante el Proceso y aunque él dice que no actuó como represor, tampoco dio un paso al costado cuando las Fuerzas Armadas perpetraron el genocidio.
u En 1988 se sublevó en Villa Martelli, una rebelión orientada a defender a los acusados por violaciones a los derechos humanos del Proceso.
u Pactó con Carlos Menem que, supuestamente, lo iba a ubicar como comandante en jefe del Ejército. Seineldín dice que “Menem traicionó el proyecto”.
u En el ‘90 encabezó otra sublevación militar .-razón por la que está encarcelado–, es decir que no puso en marcha una rebelión popular -.al estilo de las que propone la izquierda– sino un putsch de uniformados.
u No faltan quienes adelantan que Seineldín seguirá el mismo camino de Rico, quien tuvo un discurso fuertemente nacionalista pero terminó pactando en su momento con Eduardo Duhalde.
Básicamente, el rechazo de las demás fuerzas de izquierda va dirigido a la convergencia cívico–militar que propone el PCR, en lo fundamental porque los hombres de las Fuerzas Armadas expresan una posición muy lejanaal socialismo y las posturas de izquierda. Como en otras épocas, el debate sobre la izquierda y los militares se hará cada vez más intenso.